Frente a la invasión de email promocional que diariamente enviamos o recibimos por correo electrónico, parece que el marketing postal, mailing o buzoneo está de nuevo en la palestra por ser menos frío.
Pero para que una campaña de marketing postal tenga buenos resultados debe diseñarse con precisión y seguir ciertos pasos que garanticen el éxito de quienes se deciden por esta forma de contacto directo con el público.
En este post te vamos a explicar cómo diseñar una campaña de marketing postal para así lograr los efectos deseados.
Lo primero que hay que hacer para diseñar una campaña de marketing postal es delimitar el área en la que vamos a llevar a cabo la acción. Es decir, definir a qué público queremos llegar y a qué localidades, áreas o zonas nos interesa llevar nuestro mensaje. Para ello, sigue estos pasos:
Recopila la mayor cantidad de datos sobre el público que vamos a abordar, para saber el tipo de comportamiento que tiene, las preferencias, los rangos de edad y costumbres.
Delimita el área geográfica. Estudia también sus características: si es zona comercial, industrial, residencial, de edificios de fácil acceso o de difícil acceso a buzones… Todos estos datos son de vital importancia para determinar la forma de entregar el mensaje.
La base de datos es fundamental para que nuestra campaña de marketing postal tenga impacto. Una buena base de datos debe cumplir las siguientes características:
Estar segmentada. Para poder dirigir la campaña a las personas que más nos interesan o para enviar un mensaje diferente a cada segmento de la base de datos, según sus características.
Estar actualizada. Las personas y las empresas se mudan. Si la campaña de marketing postal cuenta con datos desfasados, obtendremos una campaña poco efectiva y que incluso puede menoscabar la imagen de la empresa.
Estar normalizada. Es decir, la información debe estar homogeneizada en base a unos estándares para que, por ejemplo, no haya problemas con las direcciones (como ausencias de códigos postales u otra información necesaria).
Cumplir con las normativas de protección de datos. Tanto en el paso previo de captación de datos como en el tratamiento de estos.
Aunque parezca obvio, la planificación de las fechas de reparto está directamente relacionada con el tipo de campaña que vas a desarrollar. Si, por ejemplo, quieres informar sobre ofertas especiales en tu supermercado durante el fin de semana, es recomendable que el reparto se haga unos dos días antes de la promoción: demasiada antelación hará que se olvide el mensaje y demasiada demora que no llegue a tiempo.
El cronograma debe incluir posibles imprevistos y nuevas fechas tentativas de reparto, no dejar entonces para el último día la entrega de la campaña dado que cualquier suceso inesperado puede obligar a suspenderlo.
Actualmente con la gran cantidad de tecnología de impresión que tenemos a nuestra disposición podemos personalizar la manera de llegar a nuestro público. Esto puede ser por medio de cupones en revistas, encartes en periódicos, folletos plegables o sobres, por poner algunos ejemplos. A la hora de diseñar una campaña ten en cuenta:
El público de la campaña: No será lo mismo llevar un mensaje a una zona donde predominen residentes jóvenes que a una zona donde residan adultos mayores o familias. Es necesario cambiar el mensaje y el tono, pero también el diseño (colores, estilo, tamaño de fuentes…).
El formato: Elige el formato más propicio para el tipo de acción de marketing que quieras llevar a cabo. Por ejemplo, el perching (una acción similar al buzoneo pero en la que una parte del folleto asoma por el buzón) puede causar un importante impacto visual cuando se usa en zonas comunitarias con muchos buzones. Por otro lado, si lo que queremos es comunicar una oferta a una empresa, quizás debemos apostar por formatos más formales y menos masivos, como los ensobrados.
La personalización: Personaliza dentro de lo posible las comunicaciones. Las campañas que apelan directamente al receptor, incluyendo su nombre, consiguen mejores resultados. Aquí es donde una buena BBDD (Base de Datos) es una aliada para nuestra campaña.
Tecnología de impresión: Los acabados son más importantes de lo que piensas. Un papel de mala calidad o una impresión defectuosa hará que la imagen percibida de la empresa no sea buena.
Todo lo anterior lo podrás lograr si contratas con una empresa referente y con experiencia en campañas de marketing postal. Una buena empresa de marketing te diseñará una campaña que use a tu favor la base de datos y te facilitará la distribución o buzoneo.
Además, hay otros detalles del proceso que se deben tener en cuenta, como una impresión de calidad a precio competitivo, tener un servicio de ensobrado (ya sea manual o automatizado) que pueda manejar grandes volúmenes en un tiempo limitado y acceder a una amplia oferta de formatos: folletos, sobres, plegados, embolsados o incluso kits de muestras.
Todo esto lo puedes encontrar en FUNDACIÓN JUAN XXIII. Elaboramos campañas totalmente personalizadas y además contamos con un servicio de impresión para complacer cualquier demanda que tenga el cliente, así como un servicio de ensobrado que puede responder ante una demanda urgente y de corto plazo.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII también nos adaptamos para ofrecer servicios que van acordes con las directrices de Responsabilidad Social Corporativa, como sistemas de impresión ecológica que no emiten partículas nocivas a la atmósfera y que tienen una tasa de 0% de emisión de CO2.
Por otro lado, nuestra plantilla de profesionales está compuesta en un 90% por personas con discapacidad, por lo que también somos la opción perfecta si tu empresa tiene como valor principal la inclusión.