¿Cómo es el día a día en un piso tutelado para personas con discapacidad?

| por Fundación Juan XXIII

Los pisos tutelados para personas con discapacidad intelectual son espacios diseñados para ofrecer un entorno seguro y de apoyo, donde los convivientes pueden desarrollar su autonomía y disfrutar de una vida plena. En este post, explicaremos cómo es el día a día en un piso tutelado, proporcionando algunos ejemplos de actividades que se realizan en estas viviendas.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que existen diversos tipos de pisos tutelados. Mientras algunos tienen una duración indefinida, otros sirven para llevar a cabo un entrenamiento para la emancipación, es decir, para practicar de cara a mejorar la autonomía personal y las habilidades para la vida diaria. Es en esta tipología de pisos tutelados en la que vamos a enfocarnos en este artículo.

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¿Cómo es la rutina en un piso tutelado?

Dentro del piso tutelado, los residentes reciben el respaldo de un cuidador, educador o encargado del piso, cuya función principal es asegurar que las personas se sientan cómodas y brindarles ayuda y orientación en situaciones de la vida diaria. Además, se encarga de fomentar un ambiente de convivencia y cooperación entre los residentes.

El primer día en un piso tutelado nunca es igual al último. A lo largo de toda la experiencia, las necesidades de los convivientes van cambiando, así como la intensidad de los apoyos que necesitan, ya que habrán desarrollado su autonomía de forma progresiva.

Del mismo modo, no todo el mundo tiene las mismas necesidades de apoyo, por lo que es fundamental que los convivientes y los educadores se conozcan para identificar los tipos de apoyo que requiere cada persona, sus preferencias y sus rutinas u obligaciones fuera del piso.

A pesar que cada unidad de convivencia es única, un día normal en un piso tutelado

puede incluir lo siguiente:

 

  • Rutina matutina: El día generalmente comienza con una rutina matutina que incluye despertarse, asearse, vestirse y desayunar. El personal del piso puede brindar asistencia y apoyo según las necesidades de cada conviviente.

  • Actividades diarias: Durante el día, se pueden realizar una variedad de actividades estructuradas. Estas pueden incluir actividades educativas, terapéuticas, recreativas y de habilidades sociales. Por ejemplo, actividades para aprender sobre seguridad alimentaria, sobre cómo manejar el dinero o sobre cómo funciona el transporte público.

  • Apoyo en tareas del hogar: Los residentes reciben apoyo en tareas diarias como la limpieza del hogar, la colada, preparación de comidas y compras. El objetivo es fomentar la independencia y enseñar habilidades prácticas para mantener un estilo de vida autónomo. Por eso, deben participar en la planificación de los menús, ayudar a elaborar la lista de la compra, acompañar a la compra, colaborar de forma activa en la elaboración de la comida y proponer nuevas ideas para cocinar.

  • Apoyo a la salud: Esto puede incluir control de la medicación, acompañamiento o visitas regulares de profesionales de la salud o intervenciones que requieran de terapeutas ocupacionales u otras terapias especializadas, según las necesidades individuales.

  • Tiempo libre y actividades recreativas: Los residentes tienen tiempo libre para participar en actividades recreativas de su elección. Esto puede incluir juegos de mesa, leer, escuchar música, realizar deporte, participar en actividades u organizar excursiones conjuntas para acudir a actividades de ocio y culturales. En definitiva, actividades tan normales como ir a la piscina, acudir a ver una obra de teatro, acudir a exposiciones, ir a fiestas populares…

  • Apoyo emocional y social: El personal del piso tutelado proporciona apoyo emocional y social a los residentes. Esto puede implicar conversaciones individuales, mediación, actividades grupales y fomento de la interacción social entre los residentes para promover el bienestar y la buena convivencia.

  • Rutina nocturna: Antes de acostarse, se sigue una rutina nocturna que puede incluir actividades como cenar, prepararse para dormir y tomar medicamentos si es necesario. El personal del piso puede ayudar en este proceso según sea necesario.
 

En FUNDACIÓN JUAN XXIII contamos con tres viviendas tuteladas que tienen un carácter de entrenamiento. La experiencia es semanal, y durante los fines de semana, los convivientes de los pisos tutelados regresan al domicilio familiar para continuar con el entrenamiento y para que la separación de sus familias no sea tan dura.

Así, pueden practicar sus habilidades y demostrar, tanto a ellos mismos como a sus familias, que pueden hacerse responsables de su día a día.

Fundación ”la Caixa” colabora con uno de nuestros pisos tutelados en el marco de la Convocatoria de Proyectos Sociales Comunidad de Madrid 2022. El proyecto, llamado "VIVO Continuidad", cubre una variedad de gastos, tales como los honorarios de los profesionales involucrados (intervenciones, atenciones…), los gastos generales (manutención, suministros), etc.

 

Esta colaboración entre FUNDACIÓN JUAN XXIII y la Fundación ”la Caixa” ha permitido garantizar un entorno adecuado y los recursos necesarios para que los participantes en este proyecto pudiesen aprovechar al máximo su experiencia en el piso tutelado de entrenamiento, facilitando su proceso de desarrollo y autonomía y mejorando su bienestar físico, psicológico y emocional.

 

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