Hacer un plan de ahorro de energía en una empresa proporciona una gran cantidad de ventajas directas e indirectas para cualquier negocio: conocimiento de la demanda energética en comparación a la utilizada, ahorro en la factura, fortalecimiento de la Responsabilidad Social Empresarial, cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, mejora de la imagen corporativa e incluso de las condiciones de bienestar y salud para sus trabajadores, gracias al establecimiento de temperaturas y condiciones de confort.
Si todas estas ventajas te han convencido, sigue leyendo para saber cómo realizar un plan de ahorro energético en la empresa.
Comencemos por realizar un análisis exhaustivo de la situación actual. Esto debe incluir un estudio de eficiencia energética detallado, donde podremos observar la potencia que demanda nuestra instalación versus la potencia contratada, a su vez también se conocerán los consumos de cada uno de los aparatos eléctricos que tenemos en la empresa como los gastos derivados de los excesos de potencia y energía reactiva entre otros.
Continúa por una revisión de las instalaciones y un análisis de los puntos de mejora identificados anteriormente. Recuerda revisar tanto la iluminación interior y exterior, como la calefacción y el aire acondicionado. El simple gesto de cambiar las bombillas tradicionales por LED reducirá el consumo de las mismas en un 80%.
Tampoco olvides consultar las normativas vigentes y las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo, que regulan aspectos como la temperatura en los espacios de trabajo
Por otro lado, es importante comprender mejor el factor humano involucrado. ¿Los empleados apagan o suspenden los equipos cuándo se van a comer? ¿Apagan las luces cuando abandonan su puesto de trabajo? ¿Se quedan luces o equipos conectados los fines de semana? ¿Cómo se controla la climatización? Casi el 70% de las pymes han declarado consumo fantasma que supone entre un 10% y un 20% de su consumo mensual.
Con toda esta información puedes elaborar un informe DAFO, que te permitirá ver de un vistazo fortalezas y debilidades, pero también las diferentes oportunidades y amenazas que dependen del entorno.
Una vez que tengamos un panorama claro de la situación, debemos establecer objetivos claros.
Estos objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables y tener un límite de tiempo. Por ejemplo, un objetivo podría ser reducir la factura de la luz en un 10% en un período de 6 meses. Establecer metas tangibles ayudará a mantener el enfoque y medir el progreso.
En esta etapa, debemos identificar las acciones concretas que se llevarán a cabo para alcanzar los objetivos establecidos. Estas acciones pueden incluir intervenciones en las instalaciones y equipos, así como programas de formación y concienciación para el personal.
Algunos ejemplos de acciones que puedes poner en marcha para ahorrar energía en la empresa son:
El autoconsumo es una de las medidas que tendrá un mayor impacto en el plan de ahorro energético de la empresa. Las placas fotovoltaicas permiten ahorrar en la factura de electricidad desde el primer día y, además, hacen que la empresa sea más sostenible y la propiedad aumente su valor de mercado.
Quizás pienses que instalar placas solares en tu empresa es carísimo, pero no tiene por qué ser así. En JUAN ENERGY podemos instalar tus placas solares sin necesidad de inversión. No lo leas dos veces, lo has visto bien a la primera, sin coste para vosotros.
Además de encargarnos de todo lo necesario para la instalación que va desde la primera visita, instalación, mantenimiento, gestiones ante organismos administrativos, mantenimiento... Esto hará que vuestra factura energética disminuya hasta un 40% sin letra pequeña.
Todo ello con una energía 100% limpia y 100% solidaria, ya que somos la única comercializadora sin ánimo de lucro de España y revertimos todos nuestros beneficios en proyectos sociales a través de FUNDACIÓN JUAN XXIII para las personas más vulnerables. De esta manera, puedes contribuir a crear un mundo mejor, sin que tengas que pagar más por ello.
Además, estamos constituidos como Centro Especial de Empleo de Iniciativa Social, lo que contribuye a cumplir con la Ley General de Discapacidad y ayuda a crear muchos puestos de empleo para personas con discapacidad.
Algunos ejemplos de acciones de ahorro energético que puedes poner en marcha sobre la sede y las instalaciones de la empresa son:
Mantenimiento regular de las instalaciones.
Instalar sensores de movimiento para las luces en zonas con poco tránsito, como el parking, los baños o algunos pasillos.
Cambiar las bombillas por otras más eficientes, así como elegir correctamente la iluminación de cada estancia según el esfuerzo visual requerido (en zonas de paso se pueden instalar bombillas de entre 50 y 100 lúmenes, que consumen mucho menos).
Usa regletas con enchufe para facilitar la desconexión de varios aparatos al mismo tiempo. Si se apagan al acabar la jornada, serán las mejores aliadas para eliminar el consumo fantasma provocado por el modo stand-by.
Para ahorrar en gas, limita la temperatura de la caldera entre 40 ºC y 50 ºC.
Cuando debas renovar los equipos, apuesta siempre por aparatos con etiqueta energética verde.
Elige ordenadores portátiles antes que equipos de sobremesa, ya que son más eficientes energéticamente.
Refuerzo del aislamiento en puertas y ventanas.
Instalación de claraboyas en zonas con poca luminosidad.
Algunos ejemplos de medidas que implican la colaboración de la plantilla de la empresa son:
Dar a conocer las medidas tomadas por la empresa: carteles recordatorios, guías, circulares…
Medidas de concienciación y sensibilización para que los empleados se impliquen en el proyecto y conozcan cómo pueden contribuir (por ejemplo, cómo realizar una ventilación eficiente sin malgastar energía).
Recomendación de configurar los equipos para que se suspendan al poco tiempo sin uso.
Reorganización de las tareas para realizar aquellas de más consumo fuera de hora punta o cuando los paneles solares están trabajando con toda su capacidad.
Impresión a doble cara y centrar la impresión en un período de tiempo (Pull Printing).
Redistribución de los equipos humanos en verano para que la climatización no sea necesaria en todos los espacios.
El plan de ahorro energético debe ser revisado y evaluado de forma constante a medida que se implementa. Es esencial hacer un seguimiento regular para verificar si los objetivos se están cumpliendo y si las acciones implementadas están teniendo el impacto deseado.
Realizar auditorías energéticas periódicas puede ayudar a identificar posibles mejoras adicionales. También es importante fomentar una cultura de ahorro energético en toda la empresa, involucrando a los empleados y motivándolos a contribuir activamente.