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El juego en la Atención Temprana: clave para el desarrollo del niño

Escrito por Fundación Juan XXIII | 9/12/24 10:30

Son muchas las estrategias que la Atención Temprana plantea de forma única por su capacidad de poner el foco en los primeros años de vida de los niños y niñas. Dentro de estas estrategias, el juego destaca como una poderosa herramienta terapéutica con multitud de beneficios.

Hablamos de la ludoterapia, una disciplina vinculada a la psicología infantil en la que se utiliza el juego como herramienta con potencial único para ayudar a los más pequeños en la expresión, la resolución de conflictos y el desarrollo de habilidades sociales. Analizamos su papel en el marco de la Atención Temprana.

 

El juego integrado en Atención Temprana: cómo se plantea

 

Como mencionábamos más arriba, la ludoterapia es una técnica terapéutica que utiliza el juego como vía para que los niños expresen sus emociones y las puedan procesar, además de desarrollar sus habilidades sociales y emocionales, y mejorar su autoestima.

El uso del juego en Atención Temprana es particularmente beneficioso, ya que se enmarca en intervenciones dirigidas a menores de entre 0 y 6 años que presentan necesidades específicas por alteración en el desarrollo o riesgo de padecerlo.

El objetivo de Atención Temprana es fomentar su desarrollo y bienestar con el fin último de posibilitar su plena inclusión. Para ello, se coordinan servicios sanitarios, educativos y de políticas sociales, capaces de proporcionar atención multidisciplinar y personalizada a cada niño.

En este sentido, Atención Temprana se alza como un marco especialmente favorable para la integración del juego en las intervenciones de tipo terapéutico.

 

Beneficios del juego en la atención temprana

 

El juego es una herramienta excepcional en un contexto terapéutico. A través del juego, los terapeutas pueden generar un entorno seguro y cercano para los niños, un espacio en el que se sientan seguros para explorar y expresar sus emociones. 

Del otro lado, el juego facilita la comunicación y permite al terapeuta acceder al mundo interior del niño, lo cual sienta una base clave para diseñar intervenciones más efectivas y personalizadas.

Más específicamente, el juego puede ser clave para crear un ambiente seguro en el que avanzar en las siguientes áreas del desarrollo emocional, social y cognitivo:

 

  • Expresión y gestión de emociones

  • Desarrollo de empatía, comunicación y otras habilidades sociales a través de interacciones

  • Fomento de la creatividad y la imaginación

  • Desarrollo de la resolución de problemas ante posibles desafíos presentados por el propio juego

  • Aumento de la autoestima tras lograr el éxito en las actividades propuestas por el juego

 

Pero los beneficios del juego en la Atención Temprana también se refieren al desarrollo de una relación más estrecha con el terapeuta. A través del juego, los niños demuestran una mayor apertura, sintiéndose seguros para expresar sus emociones o pensamientos. Además, el juego posibilita un vínculo positivo con el terapeuta que puede ser altamente transformador por su capacidad de motivar al niño para ser más participativo en las sesiones y acudir de forma continuada.

 

FUNDACIÓN JUAN XXIII: nuestra visión sobre Atención Temprana

 

En FUNDACIÓN JUAN XXIII, la Atención Temprana se alza como uno de los pilares fundamentales de nuestro trabajo para lograr la inclusión y justicia social.

 

Nuestros servicios entienden que los primeros años de vida son claves para abordar el desarrollo físico, intelectual y afectivo de niños y niñas. Por ello, proporcionamos una atención terapéutica multidisciplinar orientada a niños de entre 0 y 6 años que incluye:

 

  • Estimulación multisensorial en nuestra sala Snoezelen

  • Fisioterapia

  • Psicomotricidad

  • Comunicación y logopedia

  • Nutrición y alimentación

  • Hidroterapia

  • Psicoterapia

 

Una atención que entiende como sujetos activos de la intervención tanto a los propios niños como a sus familias y donde enfoques como la ludoterapia buscan fomentar avances en los resultados terapéuticos.

Estos servicios de Atención Temprana se ofrecen asimismo en colaboración con nuestro Colegio Juan XXIII-Buenafuente para Educación Especial, un espacio en el que continúan los apoyos para la escolarización, formación y desarrollo para nuestros alumnos.