La intermediación laboral aparece como una herramienta para la inclusión laboral en cuyo centro se halla una creencia fundamental: creer en el poder del empleo con propósito para transformar vidas y, en última instancia, sociedades.
La propia Organización Mundial de la Salud reconoce el trabajo como un importante apoyo a la salud mental, al proporcionar “un medio de vida, un sentido de confianza (...), una oportunidad para las relaciones positivas y la inclusión en una comunidad; y una base para establecer rutinas estructuradas”.
La intermediación laboral aparece para fomentar precisamente esto para personas cuya inclusión en el mercado laboral resulta dificultosa. Su papel puede entenderse con la analogía del puente: de un lado, están las personas con dificultades para la inserción laboral; del otro, oportunidades de trabajo. En este tránsito, la intermediación laboral se ocupa de unir ambos elementos, preparando a las personas con las herramientas y habilidades necesarias para integrarse en el mercado laboral con confianza.
¿Quieres saber qué es la intermediación laboral y cómo ayuda a candidatos y empresas a encontrarse en un punto medio en el que la inclusión laboral se hace posible? Te contamos todo lo que necesitas saber.
Los servicios de intermediación laboral se ocupan de conectar a empresas con trabajadores con discapacidad psíquica o en situación de vulnerabilidad psicosocial y de facilitar la inclusión laboral de éstos.
El perfil de las personas que pueden beneficiarse de estos servicios es muy variado y puede incluir desde personas con discapacidad a personas sin discapacidad, en riesgo de exclusión social, parados de larga duración, mayores de 45 años, menores de 30 años sin titulación, víctimas de violencia de género…
Personas con dificultades para la inserción laboral para las que los servicios de intermediación laboral tratan de generar apoyos en el desarrollo de habilidades laborales para, en última instancia, lograr su mantenimiento en el puesto de trabajo y su independencia profesional.
Para ello, aparece la figura del preparador laboral: el profesional que acompaña a las personas para que puedan desarrollar sus habilidades y alcanzar sus objetivos profesionales.
Asesoría y formación para mejorar el currículum, preparación para entrevistas o conexión de los candidatos con empresas son tres ejemplos de lo que los servicios de intermediación laboral ofrecen.
Siguiendo con la analogía del puente, el preparador laboral transita entre ambos lados:
Del lado del participante, se ocupa de elaborar y desarrollar un plan individual de trabajo. En éste, se consensua la provisión de apoyos necesarios para su inclusión en el mercado ordinario de trabajo y su entorno comunitario.
Del lado del tejido empresarial, la intermediación laboral se ocupa de apoyar y asesorar a las empresas en sus procesos de inclusión laboral. Se incluyen aquí asuntos como la gestión de ofertas de empleo u orientación en materia de subvenciones, bonificaciones y ayudas, además de cumplimiento de la Ley General de Discapacidad.
Como parte de estas acciones, se incluyen acciones específicas para garantizar que puesto laboral y candidato coinciden, incluyendo:
Información sobre las competencias y potencialidades de los candidatos
Análisis de las necesidades del puesto de trabajo
Apoyo y seguimiento en los procesos de inclusión laboral
Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII, ofrecemos nuestros servicios de intermediación laboral como parte de las iniciativas de empleo con apoyo.
En este marco, entendemos que todas las acciones orientadas a la inclusión deben necesariamente estar centradas en cada persona. Para ello, diseñamos itinerarios individuales y proporcionamos el apoyo de preparadores laborales con amplia experiencia y conocimientos especializados.
Nuestro Centro de Bienestar Psicológico y Social SumaMente también ofrece servicios de intermediación laboral, atendiendo a la vocación del centro de proporcionar una gama completa de servicios psicosociales para todas las personas, unificando en un solo centro servicios de carácter terapéutico y social.