El packaging, envase o embalaje que envuelve el producto, tiene como finalidad protegerlo y preservarlo de daños durante su manipulación, traslado o apilado.
Hoy en día, el packaging, además de tener la misión de conservar en óptimas condiciones el producto que está en su interior, también se ha convertido en una herramienta de marketing muy poderosa.
Que el producto entre por la vista es fundamental para destacar frente a la competencia. Por eso, en este post vamos a detallar cuáles son los 6 aspectos más valorados del packaging por parte de los consumidores.
Cada vez es mayor el número de consumidores finales que, a la hora de comprar un producto, se interesan más por aquel que sigue las normas de preservación ambiental o sostenibilidad.
Para eso, debe cumplir el mayor número de los siguientes requisitos:
Mínimo uso de materiales. Los materiales del packaging deben ser utilizados en la mínima cantidad posible, pero, por supuesto, sin descuidar su fin primero o finalidad principal, que es el resguardo del producto.
Biodegradabilidad. No siempre es posible que la totalidad del packaging sea biodegradable, pero sí pueden sustituirse algunas partes por una alternativa más respetuosa con el medioambiente. Esto es importante en elementos como el relleno tipo plástico de burbujas, que puede cambiarse fácilmente por el relleno de papel o los chips de relleno elaborados a partir de almidón de maíz.
Ser reciclable o reutilizable. Otro aspecto muy valorado es que el packaging sea reciclable, reutilizable o que tenga doble utilidad (por ejemplo, una caja que se pliega para formar una percha o que se puede usar en el hogar para almacenar otros productos). El consumidor sabe que un envoltorio que puede ser usado de nuevo contribuye a mantener el planeta más verde.
Packaging más natural. Que los materiales con los que se fabrica el packaging tengan menor cantidad de productos químicos o contaminantes también es un factor diferencial. En este sentido, es interesante usar sistemas de impresión ecológica que imprimen en frío, con tintas en base de aceite que no emiten ningún tipo de partícula nociva a la atmósfera, no calientan y tienen una tasa 0% de emisión de Co2.
Los consumidores buscan que el packaging sea fácil de transportar (por ejemplo, con asas), que esté bien protegido, para que no se dañe en el trayecto de la tienda al hogar, y que sea fácilmente almacenable (plegable, apilable…).
El packaging debe permitir al comprador diferenciar claramente una marca de otra y, en productos caros como los tecnológicos, permitir verificar su autenticidad. Para esto último, existen sistemas de seguridad como son el uso de chips, tintas especiales u hologramas.
Con formas o colores que destaquen directamente frente a los competidores y que se conviertan en su sello.
El consumidor quiere sentir que su producto fue tratado con cuidado y envasado con mucho cariño, por eso el embalaje no solo debe ser original, sino que también debe mostrarle al cliente que fue tratado con todo el cuidado que se merece.
Al comprador le gusta que despierten sus sentidos; y un packaging con aditivos polisensoriales es mucho más llamativo que otro que no los contenga. Además de llamativo a la vista, también puede ser agradable al tacto y con buen olor. Así, será muy difícil que un cliente se resista a ese producto.
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