Las barreras que encuentra la discapacidad en 2017
Las personas con capacidades diferentes han estado entre nosotros desde que existen registros históricos a lo largo del tiempo, pero no ha sido hasta relativamente hace poco cuando la sociedad está haciendo un esfuerzo considerable por mejorar su calidad de vida y compensar las dificultades que tienen en su día a día. No obstante, pese a los cambios que estamos viviendo, creemos que todavía queda un largo camino por recorrer antes de poder afirmar que las personas con discapacidad están integradas en la sociedad y tienen las mismas oportunidades que el resto. Para generar un contexto adecuado vamos a detallar los 5 problemas más frecuentes de las personas con discapacidad: 1. Estigma social: Aún en pleno 2017 todavía existen muchos mitos sobre la discapacidad y la desinformación es la norma. Cada día se lucha por superar influencias del pasado, pero todavía hay zonas donde no se aborda el tema de forma adecuada. 2. Falta de apoyo económico: Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), una familia gasta un 40% cuando alguno de sus miembros tiene alguna discapacidad. Y, aunque la Sanidad española es gratuita, lo cierto es que hay algunos tratamientos o asistencias que no están cubiertos. 3. Precariedad laboral: Las personas con discapacidad tienen el doble de dificultad a la hora de integrarse en el mundo laboral. No sólo por la precariedad del mismo, sino por la idea preconcebida de que no son capaces de desarrollar una tarea de forma eficiente. 4. Visibilidad: Este es sin duda uno de los factores más controvertidos, hay que dejar de esconder la discapacidad, darle visibilidad y abrazarla como un rasgo más de la personalidad de cada uno. Las etiquetas sociales nunca han hecho bien a nadie. 5. Núcleo familiar disperso: La movilidad geográfica, la incorporación de la mujer al mercado laboral o la necesidad de que todos los miembros de la familia trabajen para poder tener un nivel de vida aceptable hace que el colectivo con discapacidad sufra especialmente. Cada vez es más complicado que un familiar renuncie a su trabajo para cuidar a su hijo o hermano. ¿Es esto correcto?