Llega el momento de planear las acciones de empresa en Navidad y en muchas ocasiones no sabemos si optar por una comida de empresa o regalar cestas de empresa a los empleados.
Internet está lleno de guías de cómo sobrevivir a una cena o comida de empresas y es que para algunos trabajadores puede ser una situación algo incómoda, especialmente en aquellos casos en los que son empresas grandes o se trabaja de una manera más individual. Sin embargo, si en nuestra empresa hay una relación más estrecha y es más habitual tener momentos de ocio fuera del trabajo con los empleados, la cena puede ser la mejor opción ya que permitirá seguir estrechando los lazos que ya existían con anterioridad. Las ventajas de las cestas de empresa son bastante importantes, sobre todo porque, exceptuando el gasto que se va a realizar de una manera u otra, no tienen ningún inconveniente. Permite a los trabajadores disfrutarla con sus seres queridos en su tiempo libre, favoreciendo que los demás también tengan una buena imagen de la empresa. En ese sentido también es una forma de reforzar la identidad corporativa y ofrecer un tipo de productos que encaje con nuestra imagen, desde optar por lo más tradicional a innovar completamente en diseño y alimentos. A la hora de elegir entre una cena y una cesta hay que priorizar si lo que queremos es tener un detalle con nuestros empleados para que nos recuerden con cariño o si, por el contrario, nuestro interés radica más en la fraternización y en derribar las barreras levantadas durante las jornadas laborales. Pese a todo, no podemos olvidar que las barreras volverán a levantarse el próximo día de trabajo y es muy posible que encontremos alguna resistencia a que nos vean como iguales y no como jefes, aunque sea durante un día al año. El miedo a meter la pata y poder tener represalias posteriormente en la empresa hace que muchos se muerdan la lengua y les resulte una situación algo incómoda.
Optar por las cestas de empresa, por el contrario, es optar por una tradición que hunde sus raíces en el Imperio Romano (como comentamos en un éste artículo) y que ha ido reinventándose hasta llegar a la actualidad. Otra de sus ventajas es que podremos elegir el contenido y gastarnos solo lo que podamos sin tener que pagar caros cubiertos por cada uno de los empleados sino encontrando una mayor flexibilidad de opciones y siendo vista de manera mucho más positiva por los mismos.
Desde Ibergrupo llevamos años de experiencia ofreciendo cestas de calidad y variedad con un buen servicio combinado con nuestra labor de integración de personas con discapacidad. Este año, a parte de las cestas ecológicas, ofrecemos la oportunidad a nuestros clientes de personalizar su propia cesta de navidad, incluyendo un beneficio y valor añadido para la empresa y sus empleados.