Conoce los factores de vulnerabilidad de las personas con discapacidad
En anteriores ocasiones hemos hablado de como las personas con discapacidad son más vulnerables frente a los abusos, ya sean de tipo sexual o de cualquier otro tipo. Y es que, el rechazo social, el bullying o los prejuicios que rodean a las personas con capacidades diferentes todavía están presentes en la sociedad de hoy. Para identificar de forma más clara la raíz de este problema, vamos a crear 4 grupos separados para ver los factores de vulnerabilidad de las personas con discapacidad: 1. Factores Sociales: Las personas con discapacidad intelectual son el grupo que tienen más problemas sociales. Por naturaleza suelen sufrir un cierto aislamiento social, que los lleva a querer satisfacer a las personas para ganar su atención y cariño, lo que los hace vulnerables a todo tipo de abusos psicológicos y físicos. 2. Factores Educacionales: La sobre protección de las familias o la falta de recursos para recibir una educación adecuada hace que las personas con discapacidad tengan una deficiencia educativa muy alta. Esto aumenta la dificultad que tienen para discernir entre comportamientos adecuados e inadecuados y así identificar un abuso. 3. Factores Personales: Muchas personas con discapacidad dependen de la ayuda de otros para realizar sus actividades diarias. El contacto físico con sus cuidadores les lleva a normalizar otro tipo de contactos de carácter sexual, confundiendo la higiene y el cuidado personal con una actividad sexual no deseada. 4. Factores Familiares: El mayor problema de las familias es la sobreprotección hacia las personas con discapacidad intelectual. No sólo evitan que desarrollen sus habilidades personales, sino que están coartando su capacidad de ser un individuo independiente y de tener libertad. Las familias tienen que entender que la discapacidad no es sinónimo de ser incapaz de llevar una vida normal. Para evitar los abusos a personas con discapacidad es clave que la educación se extienda a ambos lados de la sociedad. Por un lado, desde edades tempranas hay que enseñar en el colegio a respetar a todo el mundo y, por otro, las familias deben dejar de sobre proteger a sus miembros con discapacidad.