Los que nos leéis cada semana sabéis que en la Fundación Juan XXIII Roncalli nos encantan todas las iniciativas que sean inclusivas y que aumenten la calidad de vida de las personas con discapacidad. Por eso, nos encanta enseñaros este proyecto artístico donde un dibujante llamado Francesc Capdevilla (Max) ha creado un cómic para ciegos.
En otras ocasiones hemos debatido el problema que tienen las personas con problemas en la vista para acceder a la cultura, especialmente a los libros, ya que el coste de imprimir un libro en braille es elevado y poco práctico. ¿No sería estupendo que creasen un Kindle de braille? Este cómic para personas invidentes funciona de la siguiente manera: Las yemas de los dedos palpan una superficie en relieve, con líneas rectas y curvas que forman dibujos abstractos y, en la superficie de cada página, hay un pequeño texto en braille describiendo la viñeta. A través del tacto, el lector está experimentando la lectura de cómics por primera vez, lo que parece un pequeño paso pero supone una entrada triunfal a un mundo artístico boyante que produce miles de títulos al año y que es uno de los pilares de la sociedad japonesa o americana. Max relata la dificultad que ha supuesto diseñar y adaptar un cómic para personas sin visión, ya que incluso una historia sencilla requiere de un esfuerzo titánico para que las viñetas sean fáciles de comprender. No obstante, también señala: ”Su forma demuestra que el cómic, como arte joven, está muy lejos de encontrar sus límites” y que “El tebeo exige un esfuerzo de los ciegos. No se entiende de manera automática y necesita concentración, pero parece que este paso funciona”. En un recuadro se pueden representar puntos de luz, líneas onduladas del agua, un muro, o también sonidos, olores o el eco. La clave está en que las personas invidentes reconozcan el patrón y este se utilice de forma universal. ¿Qué te parece esta iniciativa? ¿Te gustan los cómics?
