CRL, ¿qué es eso?
En la Comunidad de Madrid, existe una Red Pública de Atención Social dirigida a personas con enfermedad mental grave y duradera. Esta red está formada por una variada tipología de centros y recursos sociales específicos, los cuales están organizados de manera territorial. Entre esta serie de centros se encuentra un recurso específico destinado a las personas con enfermedad mental donde se trabaja su capacitación laboral para la inserción así como el mantenimiento del puesto a través de temas como la autonomía, los hábitos y las competencias necesarias para acceder al mercado de trabajo: son los denominados CRL’ s o Centros de Rehabilitación Laboral. En concreto, en el distrito de Vicálvaro, los CRL’ s más próximos se encuentran en el barrio vecino de San Blas. A través de la Web de la Comunidad pueden consultarse los cuadros actualizados de esta red de centros de atención. Al igual que los Centros Ocupacionales, Centros de Día, etc., los CRL pertenecen al Plan “Emplea tu capacidad” de la Comunidad de Madrid y suelen tener una capacidad en torno a 50 plazas. Habitualmente, descubriremos que están gestionados por entidades privadas y concertados con la Comunidad de Madrid a través de Acuerdo Marco/Concurso. Por lo que, tanto si deseamos contribuir con la integración laboral de personas con discapacidad como si necesitamos asesoramiento personal podremos acudir a cualquiera de los centros citados para solicitar la activación de una selección de personal o de una visita. Como comentábamos, están específicamente dirigidos para un público concreto, enfermedad mental grave y duradera (esquizofrenia, psicosis maníaco-depresivas, trastornos paranoides, otras psicosis, etc.) que, teniendo un mínimo nivel de autonomía personal y social, necesitan un apoyo específico y estructurado. Sólo en la Red madrileña trabajan más de 1.270 profesionales, entre psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, educadores, técnicos de apoyo a la inserción laboral, preparadores laborales, maestros de taller y auxiliares. Hay que tener en cuenta que la propia normativa comunitaria exige un número y perfil mínimo determinado para poder gestionarlos como por ejemplo que los directores sean psicólogos.