El último Informe del Consejo Escolar del Estado señala que en España hay más de 170.000 niños con algún tipo de discapacidad y que, sin embargo, lo único que todos tienen en común es la invisibilidad.
El problema más extendido es la discriminación directa o indirecta durante la etapa escolar. ¿Por qué diferenciamos entre discriminación directa e indirecta? Sencillamente porque, incluso en los centros en los que se lucha contra el bullying y el acoso escolar, la distribución del presupuesto anual suele dejar fuera las necesidades de los niños con capacidades diferentes. Podemos tener la suerte de tener profesores maravillosos, pero sin presupuesto ningún centro puede destinar recursos para adaptarse a las necesidades de estos niños. Los derechos fundamentales de los niños establecen que todos los niños tienen el derecho de estar escolarizados y de recibir un tipo de enseñanza gratuita y de calidad. Sin embargo, a diario vemos como asociaciones, fundaciones y padres luchan para conseguir que sus hijos reciban la atención necesaria y no queden excluidos del sistema educativo. La Educación Inclusiva es una de las grandes reivindicaciones que realizamos todas las asociaciones relacionadas con las personas con discapacidad. Es por ello que desde la Fundación Juan XXIII Roncalli hacemos tanto hincapié en la formación de nuestros usuarios. Y es que, las personas con capacidades diferentes son capaces de aprender las habilidades necesarias para desenvolverse en un gran número de trabajos, pero si no reciben el apoyo adecuado podrían encontrarse en una situación de riesgo de exclusión social. Es triste que uno de los principales motivos de exclusión empiece precisamente a raíz de la Educación. Cuando precisamente nuestro sistema de Educación está diseñado para garantizar la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos de nuestro país. El traslado forzoso, denegación de apoyos específicos, aulas aisladas, falta de profesorado adecuado son sólo algunos de los problemas a los que se enfrentan a diario las familias que tienen hijos con discapacidad. Con suerte y tras muchos años de lucha algún día estos problemas serán una anécdota.
