Celebramos el 26 de enero, Día Mundial de la Educación Ambiental, compartiendo este proyecto que une educación, medioambiente e inclusión de personas con discapacidad intelectual.
Hace más de un año, en octubre de 2019, el colegio British Council School y la línea de Soluciones Verdes Urbanas de Fundación Juan XXIII dieron inicio al Gardening Project, un proyecto de educación con el objetivo de sensibilizar el alumnado sobre el medioambiente, la problemática actual que afrontamos y cómo son las relaciones de iteración e interdependencia del ser humano con el entorno natural. Todo ello con un elemento diferenciador que añade un componente social a esta ecuación: el propósito de la Fundación de educar en la diversidad hacia la inclusión socioeducativa, proponiendo para ello la participación de personas con discapacidad en el desarrollo de los talleres.
Proposición que ha sido muy bien acogida por la entidad educativa desde el inicio y que permitió el desarrollo de este innovador proyecto, que además de generar un puesto de trabajo cualitativo para personas con discapacidad, rompe con el estereotipo caritativo o victimista del colectivo y fomenta una visión empoderada y normalizada desde la más temprana edad, añadiendo un valor inclusivo a la iniciativa. Cada año escolar, participan en el proyecto aproximadamente 270 niños de 4 a 6 años de edad. Tanto el alumnado como el profesorado disfrutan de las clases y valoran de manera muy positiva la experiencia, según indican las encuestas de satisfacción del proyecto.
“En el Colegio Británico, tanto alumnos como profesores, estamos encantados con nuestra actividad de jardinería y la colaboración con la Fundación Juan XXIII. Los niños aprenden no solo a cuidar de la naturaleza, también a trabajar en equipo, tratar a los demás con respeto y amabilidad. El impacto que esta actividad tiene sobre le rendimiento académico de los niños es muy positivo. Y, además, es una experiencia increíble verlos trabajar junto con nuestros amigos de Fundación Juan XXIII y cómo ellos comparten su amor por la naturaleza de manera tan entusiasta.” afirma el equipo docente del colegio.
Las actividades de educación ambiental son impartidas en el huerto escolar por una experta en educación medioambiental y un operario con discapacidad intelectual o enfermedad mental formado en agricultura ecológica. A través del contacto directo con la naturaleza y la agricultura ecológica, los más jóvenes aprenden sobre medioambiente desde una experiencia vivencial y desarrollan una comprensión sobre el entorno y un sentimiento de respeto y cuidado del medio. De esta manera, sensibilizamos las generaciones futuras a desarrollar una actitud de responsabilidad, que fomente una relación armónica entre el medio natural y las actividades humanas.
La educación ambiental, según la propia definición de Naciones Unidas, se trata de “un proceso dinámico y participativo, que busca despertar en la población una conciencia que le permita identificarse con la problemática ambiental tanto a nivel general (mundial), como a nivel específico (medio donde vive)”. La problemática ambiental está intrínsecamente vinculada a los desafíos sociales y económicos que afrontamos y poder desarrollar proyectos inclusivos y de sensibilización ambiental en el marco de la educación formal es una oportunidad para asentar las bases que permitan un desarrollo sostenible garante del sostenimiento igualitario e inclusivo y la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras.