Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan las personas con capacidades diferentes es la depresión y la falta de autoestima. Ser diferentes al resto en algún aspecto de su vida, tener limitaciones o el impedimento para llevar una vida considerada “común”, hace que muchas personas con discapacidad se sientan excluidas y tengan problemas emocionales y falta de seguridad en sí mismos. Lo cierto es que los problemas de autoestima nos afectan a todos, por un motivo u otro, aunque es difícil conseguir que una persona supere sus problemas simplemente extrapolando su malestar a un mal mayor generalizado. Para conseguir reactivar el cuerpo y mejorar nuestro estado físico y emocional, el deporte es una de las mejores herramientas para recuperar la confianza en uno mismo. Practicar deporte hace que nuestro cerebro libere dopamina, serotonina y endorfinas, lo que nos hace sentir placer, bienestar y ayuda a eliminar de la mente los pensamientos negativos. Literalmente, podemos decir que practicar deporte es un antidepresivo natural. Según el primer barómetro del Movimiento en España, más del 90% de los españoles mejora su autoestima y la imagen que tienen de sí mismos después de practicar deporte de forma regular, siendo el fitness y el running los deportes que están más de moda en este momento. Otro de los puntos a favor sobre el deporte es si lo realizamos al aire libre. Y es que, el contacto con la naturaleza, el aire puro y el sol también ayudan a mejorar la respiración y a liberar la mente. En este caso, está científicamente demostrado que el impacto de salir a correr en un parque alejado del tráfico de las ciudades es mucho más beneficioso que entrenar en un gimnasio cerrado o en una ciudad con altos niveles de polución. Existen muchos tipos de deporte y sólo tenemos que escoger el que se adapte a nuestras necesidades físicas o a nuestros gustos, pero es una actividad obligada si queremos estar en buena forma y mantener a raya a la depresión.