Pocas visitas se recuerdan en nuestro centro especial de empleo que hayan provocado tanto impacto como la de Emilio Duró. Su sencillez a la hora de destacar las cosas realmente importantes de nuestras vidas, su seguridad al relativizar aquello que nos atenaza como un problema insalvable capaz de arruinar nuestra existencia en momentos puntuales, y la certeza de que, considerado con la suficiente perspectiva, su importancia real es más que cuestionable, son algunas de las enseñanzas que todos pudimos recibir el pasado 19 de octubre.
Entre los asistentes, pudimos encontrar a numerosos invitados de empresas patrocinadoras y clientes que nos acompañaron disfrutando de nuestro ponente. Una muestra más de nuestra capacidad de generar contenidos de valor añadido que van mucho más allá de una buena oferta de productos y servicios, una colaboración en el desarrollo de estrategias de RSC en la empresa, o una mera solución para cumplir con la LGD (antigua LISMI). Además de estos, trabajadores del CEE, profesionales de la Fundación, alumnos de los cursos de formación para el empleo y miembros de los equipos de staff de nuestra Organización, pudieron escuchar la charla que se extendió durante cerca de dos horas. Por último, en un ambiente distendido en el que pudimos hacernos fotos con el invitado y en el que le entregamos unos detalles realizados en nuestro Taller de Manualidades, disfrutamos de un Vino Español ofrecido por El Catering de la Fundación. Un servicio exquisito de la máxima calidad que sirvió como colofón a una mañana muy especial.