SAS, empresa de soluciones tecnológicas, se suma a la lista de amigos de La Huerta de La Fundación Juan XXIII-Roncalli al realizarse un "meet and greet" ecosolidario. Unas 25 personas pertenecientes a la mencionada empresa se hicieron voluntarios y voluntarias al participar de una jornada familiar donde las edades no fue un impedimento para que grandes y pequeños trabajaran en equipo y alcanzaran los retos del día. Un grupo de personas que tras vivir la experiencia de convivencia con la naturaleza a través de un proyecto ecosolidario y de sostenibilidad medioambiental, se hicieron amigos del entorno y todo lo que encierra la Huerta de La Fundación
Aprendieron sobre cultura ecológica, y para muchos de ellos fue su primer encuentro con el campo y su primera experiencia de trabajar la tierra. Al compartir y trabajar en colaboración con los usuarios y usuarias del Centro Ocupacional de la Fundación, ha sido una doble experiencia y una satisfacción personal que se vio reflejada en la participación entusiasta y activa en todas las actividades durante toda la jornada.
Los ex-alumnos del curso de Jardinería y Agricultura Ecológica también pusieron su granito de arena al poner en práctica lo aprendido durante el curso y colaborar y enseñar a los voluntarios trasmitiendo sus conocimientos para dar como resultado un trabajo en equipo bien logrado, como también satisfaciendo las inquietudes de los curiosos visitantes.
Actividades realizadas durante la jornada:
Uno de los trabajos de mayor esfuerzo físico, pero también el más necesario para que la huerta y sus plantaciones se puedan desarrollar adecuadamente. Los voluntarios prestaron sus manos para colaborar con esta tarea que suele ser la más exigente físicamente.
Otra de las actividades realizadas se trata de desgranar y desmenuzar las semillas de guisantes para ser utilizadas en nuestra próxima plantación. Los más peques participaron activamente!
La actividad que más gusta a todos, plantar semillas para que la huerta produzca sus propios frutos.
“Queremos agradecer a todas las personas por haber dedicado su tiempo y aportado mucho a la continuidad de nuestro proyecto y también por apostar y traer a los más peques a conocer desde temprano los beneficios de la agricultura ecológica y también, especialmente, convivir con las personas con discapacidad y conocer de cerca todas las potencialidades y el valor de este colectivo”, enfatiza Thaïs Valero, gerente de Productos ecológicos y RSE.
Esperamos que esta sea la primera de muchas visitas más a nuestra Huerta ecosolidaria.