La innovación o la imaginación en nuestros platos hace que podamos disfrutar mucho más a la hora de comer. En la medida en que pongamos a trabajar nuestros sentidos, no solo el sentido del olfato, paladar o el gusto, sino también el de la vista con emplatados bien presentados, y el del tacto al elaborar nosotros mismos nuestras comidas, podremos convertir las horas del desayuno, almuerzo y cena en una experiencia de disfrute de 360º al involucrar el 80% de nuestros sentidos.
Como dice el dicho, la comida entra por los ojos, pero luego entra por el olfato y por último el gusto, el cual puede disentir o confirmar lo percibido por los dos primeros, así que la comida no solo debe verse y oler bien, también debe saber bien. Es importante no encasillarse con los platos típicos, sino que ser atrevido y curioso puede ser el causante de nuevos platos que luego se convertirán en tradicionales.
Las cremas suelen ser una alternativa muy utilizada en la época de invierno, porque proveen al cuerpo del calorcito que tanto se extraña en dicha época. Pero también podemos disfrutar de ellas aún en la temporada estival, solo hay que encontrar las alternativas idóneas para poder disfrutar de ello. Vamos a dejar de lado al salmorejo, el gazpacho y la sopa de tomate fría, platos típicos del verano, y vamos a proponer crear nuestras propias comidas frescas como la receta ecológica de esta semana, una crema fría que apaga "fuegos" y que además suma bienestar en nuestro interior. Crema fría de Remolacha, fácil de preparar, con la cual podrás disfrutar de una experiencia 360º y despertar 4 de los 5 sentidos. Pondrás a trabajar el tacto al elaborarla con tus propias manos, además de contar con una presentación agradable a la vista con contrastes de colores, como también un rico olor que se consagrará con su delicioso y exótico sabor.
Elaboración:
Pon a cocer el huevo en una cacerola con agua. Corta los tomates, el pepino y los pimientos y mételos en el vaso de la batidora. Añade sal, pimienta, cúrcuma, jengibre, albahaca, vinagre y aceite de oliva. Bate por unos minutos hasta que esté todo bien triturado. Luego agrega la remolacha con el hielo y vuelve a batir hasta que quede uniforme. Prueba y agrega sal y vinagre si hace falta. Añade otro chorrito de aceite de oliva y mueve con una cuchara. Sirve en un bol o un plato hondo y coje el huevo duro ya pelado, y rállado sobre el plato servido más unas hojitas de albahaca y a disfrutar!