Reinventar recetas convencionales nos puede dar una grata sorpresa. Al igual que la tortilla y la paella, el gazpacho es uno de los íconos gastronómicos de España, el cual disfruta de su máximo esplendor en estos meses en que el calor toma protagonismo y el cuerpo nos pide alimentos con alto contenido líquido y frescos. Según el libro: Tesoros de la Lengua Castellana, esta sopa fría fue introducida por los árabes durante el siglo VIII, y originalmente consistía en una mezcla de pan, vinagre y aceite de oliva. A lo largo de su trayectoria, el gazpacho ha sufrido ha venido evolucionando y se han ido agregando nuevos elementos, como también han ido surgiendo diferentes variantes del mismo. Ajoblanco, salmorejo y el andaluz son algunos de ellos, siendo este último el más popular de todos y la receta más común es la que incluye: Tomates, pimiento verde, ajo, cebolla, pepino, aceite de oliva y vinagre. Lo cierto es que esta famosa bebida o sopa fría de verano no tiene una única forma de prepararse, sino que cada persona le da su toque especial quitando o agregando diferentes ingredientes para adaptarlo a su gusto y al de los suyos. Además de esto, hay quienes han ido más allá y han creado nuevas versiones sustituyendo algunos de los ingredientes principales por otros más atrevidos. Un ejemplo de ello es la receta ecológica que os proponemos esta semana, Gazpacho de Remolacha y Fresas, una de las muchas opciones que podríamos preparar para reinventar un plato tradicional y convertirlo en una novedad. Esta receta es una alternativa deliciosa y saludable para combatir el calor que ya empieza a azotar los días de esta avanzada primavera. El gazpacho, además de ser un alimento sabroso que refresca, tiene como beneficio que permite aprovechar mejor las propiedades y nutrientes de los ingredientes que lo componen, puesto que su elaboración no incluye la cocción, y al estar todos los ingredientes crudos, conserva íntegras todas sus propiedades. Os invitamos a preparar la receta ecológica que os proponemos y atreveros a probar sabores nuevos! Elaboración: Trocea la remolacha cocida junto con las fresas y el pimiento. Pela y pica el ajo y la cebolla, procurando quitar el germen del ajo para que el sabor sea menos fuerte. Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora con un poquito de agua y trituramos bien durante 2 minutos. Luego, añade tres cucharadas de aceite, una de vinagre y sal al gusto. Mueve con una cuchara y retoca si hiciera falta. Lleva al frigo por un par de horas y estará listo para disfrutar! ¿Probamos?