Por fin ya está aquí el verano, y con él un montón de cosas ricas y saludables que podemos aprovechar desde ya. Como todas las estaciones, el verano trae consigo una serie de frutas y verduras que solo puede ser gracias al buen tiempo que caracteriza dicha temporada, la cual es muy corta y hay que aprovecharla al máximo disfrutando de cada una de las ventajas que nos brinda este preciado periodo del año.
Albaricoques, melocotones, ciruelas, melones, sandías, calabacines, berenjenas, tomates, entre otros, son los protagonistas de una época en la que se agradece disponer de alimentos frescos que aportan la hidratación necesaria para combatir las altas temperaturas que acompañan los meses de julio y agosto principalmente, sobre todo porque aportan grandes beneficios a nuestro organismo, por lo que debemos sacar el mejor partido en el corto tiempo en que podemos disponer de cada uno de ellos.
En esta ocasión nos vamos a centrar en los contenidos principales de nuestras cestas de verduras ecológicas de la próxima semana, el calabacín y la berenjena, también ingredientes destacados de nuestra receta ecológica de la semana.
El calabacín pertenece a la familia de las calabazas, que a diferencia de ésta, desarrollo su mejor esplendor en el época de verano y cuenta con propiedades diferentes a las de su familia. Está compuesto por más de un 90% de agua, lo cual ayuda a combatir la deshidratación ocasionadas por las altas temperaturas del verano. Además, cuenta con un alto contenido en Potasio y Magnesio, y es muy bajo en calorías, perfecto para mantener la dieta en verano. Se aconseja consumir crudo o al vapor u horno para conservar o aprovechar mejor sus propiedades.
La berenjena es otra hortaliza que vemos con mucha presencia durante el los meses del verano, puesto que aguanta muy bien las altas temperaturas. Es una planta que tiene una "gestación" parecida a la de los humanos, puesto que tarda unos 10 meses en desarrollarse y darnos sus frutos. Dentro de las propiedades que más se destacan son su alto contenido en Potasio, Fósforo, Magnesio y Calcio, como también Vitamina C en menor proporción. A diferencia del calabacín, se aconseja comer cocida, ya que contiene un compuesto que puede ser tóxico para el cuerpo humano, aun que son niveles muy bajos que no resultan significativo, pero es preferible ser precavidos.
La combinación de éstas propiedades, calabacín y berenjenas hacen que sean alimentos propicios para mantener una dieta equilibrada y saludable durante el verano, sobre todo para aquellos que han mantenido una trayectoria restrictiva durante la primavera para poder disfrutar con buena figura y salud. Para ello, os proponemos la receta ecológica de Milhojas de calabacín relleno de berenjenas asadas, un plato para disfrutar sin remordimientos.
Asa las berenjenas sobre la hornilla grande de la cocina y ve dando vueltas hasta que estén hechas por todos lados. Corta el calabacín en finas rodajas y ahógalas en huevo batido con sal, pimienta y orégano. Pela las berenjenas asadas ya frías y haz un puré agregando sal, pimienta y un poco de aceite de oliva y reserva. Engrasa un molde para horno y coloca una cama de calabacín untando un poco de tomate frito por encima. Después, agrega una cama de berenjena, cúbrela con tomate frito, queso mozzarella, albahaca y orégano. Alterna con el calabacín tres capas y cubre con huevo batido, tomate y queso. Hornea a 180º durante y listo!