Se trata de una receta original que le da un toque especial al couscous clásico, es un pelín laboriosa, así que si tienes prisa puedes realizarla triturando los tomates y utilizando todo el caldo para la realización del couscous.
Precalienta el horno a 200ºC. Lava bien y seca los tomates con suavidad. Corta la parte superior y reserva la carne interior. Pica la cebolleta y el diente de ajo. Mezcla en un recipiente con el yogur, la harira (una mezcla de especias marroquí) un poco de sal, el cous-cous y las hierbas aromáticas. Añade unas cucharadas de los jugos reservados de los tomates hasta conseguir una textura cremosa no demasiado líquida. Coloca los tomates en una fuente engrasada bien juntitos. Rellénalos casi hasta arriba, salpimenta y rocía con un poco de aceite de oliva. Hornea unos 40 minutos, hasta que el cous-cous se haya cocido y los tomates estén bien asados. Decorar con un poco de albahaca fresca picada