Romper barreras y casos de éxito en discapacidad
A lo largo de la historia hemos visto casos de personas con discapacidad y que a pesar de esta característica destacaron por encima de la media, hasta el punto de ser considerados genios. Desde Beethoven que compuso algunas de las obras musicales más importantes de la historia sin importar su sordera, o el pintor holandés Van Gogh que tenía discapacidad intelectual y aún así produjo más de 900 obras de arte. Entonces, ¿por qué no le damos visibilidad a la discapacidad? Tener discapacidad significa tener una limitación en alguna de nuestras capacidades, ni más ni menos, y esto no impide que estas personas sean capaces de desarrollar sus habilidades personales y profesionales, definir su talento y conseguir los recursos necesarios para ser autosuficientes y mantener una buena calidad de vida por sí mismos. Pero hoy vamos a hablar de personas corrientes, gente como Madeline Stuart, una chica de 21 años que tiene Síndrome de Down y que ha conseguido ser modelo de pasarela. Madeline incluso ha desfilado en la Fashion Week de Nueva York y ha conseguido un contrato para diseñar su propia colección de ropa. ¿Quién determina lo que socialmente es válido y lo que no? ¿Quién ha decidido que sólo pueden ser modelos determinados tipos de mujer? Otro ejemplo de superación personal es el caso de Stephen Hawkin, que tiene Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y que es uno de los físicos teóricos más importantes de la historia. Si bien es cierto que él ya iba a la universidad antes de comenzar con los síntomas de la ELA, esta enfermedad con tantas limitaciones no ha impedido que siga luchando día a día para seguir aprendiendo y dejar una importante huella en el mundo. Cuando una persona con discapacidad y su familia conoce casos de éxito, la historia de personas con discapacidad que han roto barreras y son un ejemplo de superación personal, consiguen la motivación para crecer de forma personal, profesional y/o educativa y perseguir su futuro. La visión que tenemos en Fundación Juan XXIII Roncalli es la de apoyar con todos nuestros recursos a las personas con discapacidad, sobre todo, intelectual y, al mismo tiempo, enseñar a todo su entorno que es posible llevar una vida estupenda con o sin discapacidad, porque muchas veces la mayor limitación somos nosotros mismos.