Ya queda menos para la primavera, y el clima nos permite sembrar otros cultivos. Se trata de dos cultivos de raíz: los rábanos y los nabos. Estos cultivos tienen semillas redondas y chiquititas y hay que sembrarlos cerquita (1 palmo cerrado de distancia entre plantas) porque crecen hacia abajo y no ocupan mucho. Los sembramos directamente en la tierra, no hacemos semilleros, porque se deformaría la raíz.
Cuando estén listos comeremos los rábanos en ensaladas, o aliñados de aperitivo. Tienen propiedades depurativas. Los nabos son muy ricos en calcio por lo que se recomiendan para el desarrollo de los niños, se pueden incluir en los guisos.