Un claro ejemplo de responsabilidad social
Ferrovial es una empresa que no necesita carta de presentación. Con presencia en 15 países y más de 80.000 empleados, se han convertido en todo un referente a nivel nacional sobre cómo gestionar con éxito una gran empresa y sortear los cambios bruscos de mercado. Pero que tenga un gran tamaño y su gestión sea complicada no ha hecho que se olviden de re-invertir en la sociedad. Si hay algo que distingue a esta entidad es su compromiso social con la calidad, el medio ambiente, la innovación y la responsabilidad corporativa. Comenzaron gestionando sus infraestructuras a nivel global apoyando la diversidad, el desarrollo profesional y la RSC, con el objetivo de buscar el equilibrio entre el éxito económico y el impacto ambiental y social. Un claro ejemplo de responsabilidad social de Ferrovial es el caso de Diego Torres, un trabajador que hace muy poquito ha cumplido 10 años como parte del equipo de Ferrovial gracias al servicio de Outsourcing prestado por Fundación Juan XXIII Roncalli. Diego se encarga de llevar el correo interno y, por ello, tiene el privilegio de conocer a todos los trabajadores de la empresa y disfruta día a día con un ambiente de trabajo positivo. Además de formar parte de la familia de Ferrovial, Diego lleva 32 años formando parte de la Fundación Juan XXIII Roncalli, una institución creada para proteger e integrar a las personas con Discapacidad Intelectual. Y, gracias a la relación de la entidad social con Ferrovial, consiguió un puesto de trabajo estable, que le permite desarrollarse como profesional y mantener su calidad de vida. Gracias a la labor de la Fundación Juan XXIII Roncalli y a empresas como Ferrovial, que comparten el mismo grado de responsabilidad social, personas con discapacidad consiguen trabajo todos los días, fomentando su independencia y su autonomía. Al mismo tiempo que Ferrovial utiliza sus recursos económicos y logísticos para devolver a la sociedad parte del éxito que consiguen año tras año con sus proyectos.