Networking, teambuilding, quedadas after work… ¡Todo es trabajar! Hasta cuando salimos de la oficina seguimos realizando acciones encaminadas al negocio. Pero, ¿qué pasa con las otras relaciones? En los diferentes departamentos ya no hay espacio para las relaciones humanas, para conocer a la persona con la que cada día te sientas codo con codo a realizar la jornada laboral. Se habla cada vez más de la importancia del clima laboral, de tener trabajadores contentos con su puesto de trabajo pero se subestima uno de los índices más valorados: la calidad de las relaciones interpersonales con los compañeros y/o jefes. Esto que en cualquier empresa debería ser norma, no lo es menos para los Centros Especiales de Empleo, donde cada día se dan cita trabajadores con discapacidades de toda índole que deben trabajar todos a una. Hace semanas, explicábamos para qué sirve la Unidad de Apoyo y como ya sabemos, su misión principal es lograr el máximo nivel de calidad de vida en las diferentes esferas de los trabajadores con discapacidad, entre ellos, el del ocio y tiempo libre. Los objetivos del equipo multidisciplinar en este sentido van encaminados a:
Así, el pasado sábado 20 de febrero, la Unidad de Apoyo organizó una salida para los trabajadores del Centro Especial de Empleo Roncalli en la que se pretendía fomentar las relaciones laborales y reforzar el espíritu de equipo. Con estos propósitos, el grupo formado por unos 36 empleados de las diferentes líneas de negocio del CEE realizaron una visita guiada por el casco histórico de Madrid en la que pudieron sorprenderse con los lugares donde se habían cometido algunos de los asesinatos y tentativas más célebres en la historia de la capital. Este recorrido no estuvo falto de anécdotas sobre las leyendas que a través de la tradición oral se han ido pasando generación tras generación hasta llegar a oídos de todos los participantes.