Uso fraudulento de las tarjetas de aparcamiento

| por José Antonio Morena Pardo

Una de las medidas más extendidas para apoyar a las personas con discapacidad son las tarjetas que te permiten aparcar en plazas reservadas. Pero, ¿qué ocurre cuando la picaresca hace que cualquier conductor utilice sin control estas plazas? Tradicionalmente estas plazas se localizan siempre en zonas preferentes como en la puerta de los establecimientos o al lado de ascensores y rampas, sitios pensados específicamente para que cueste lo mínimo posible aparcar a las personas con algún tipo de dificultad. En los últimos 5 años hemos visto como el número de denuncias por el uso fraudulento de las tarjetas de estacionamiento han bajado más de la mitad. Si en 2012 la Policía Local recibió casi 400 llamadas denunciando esta infracción, en 2016 esta cifra no llega a las 170 denuncias. Pero aquí no hablamos de conductores que no tienen este carnet y hacen uso de estas plazas, sino de familiares, amigos o diversas personas que utilizan un carnet que no está a su nombre para disfrutar de unos derechos no adquiridos. El uso regular de una plaza de aparcamiento para discapacitados por parte de una persona sin problemas de movilidad hace mucho daño a la comunidad. Básicamente porque a una persona que puede andar bien no le importa cruzar un parking o subir escalones, pero alguien con silla de ruedas o muletas puede encontrar una dificultad insalvable. ¿Habéis comprobado cómo en ocasiones es difícil bajarse del vehículo por lo estrechos que son los sitios para aparcar? Ahora imagina que tienes una silla de ruedas y tienes que bajarte del coche.

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