Muchas empresas no saben que hay medidas alternativas a la Ley General de Discapacidad (la antigua LISMI) que pueden resultarles muy beneficiosas. Se tiende a pensar que la única opción que tenemos con esta Ley es la de contratar a gente con discapacidad si tenemos una empresa de más de 50 empleados y, sin embargo, gracias a la nueva ley hay opciones disponibles para aquellas empresas que no puedan realizarlo y que pueden suponer una mejora competitiva en el mercado.
Aún hoy día hay algunos casos en los que es difícil contratar personas con discapacidad, ya sea porque necesitamos un perfil concreto que no es posible cubrir, porque nuestra sede no cumple los requisitos y la subvención no es suficiente para acometer una reforma, etcétera. Si podemos justificar ante la Administración los motivos por los que no podemos realizar esta contratación podremos acudir a estas medidas alternativas y disfrutar de sus múltiples ventajas. Tendremos que pedir en el INEM un certificado de excepcionalidad y dar cuenta de motivos técnicos, de producción, de organización o económicos, gracias a lo cual podremos sustituir la contratación de personal por las mencionadas medidas. Las medidas alternativas entre las que podremos elegir a continuación son:
La posibilidad de contratar determinados bienes o servicios a un centro especial de empleo es una ventaja muy importante que pocas empresas conocen en profundidad. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de estos centros son empresas muy competitivas que realizan su trabajo de forma excelente. Externalizar la logística o la documentación, por poner un ejemplo, a uno de estos centros no solo nos está ayudando a cumplir con la LGD sino también nos hace ganar en competitividad.
Hay que desterrar la visión de que estas medidas son un perjuicio para nuestra empresa ya que podemos conseguir un servicio que ya necesitábamos a igual calidad-precio y de forma más eficiente que si lo hiciéramos en la propia compañía, a la vez que estamos favoreciendo que las personas con discapacidad tengan un lugar en el que desarrollar todo su potencial atendiendo a sus capacidades específicas y puedan integrarse laboralmente. Basta con conocer a fondo nuestra empresa y saber que nos viene mejor externalizar o que productos podemos adquirir. Los centros especiales de empleo pueden solucionar nuestras necesidades de marketing directo, catering, material de oficina, etc. Solo es necesario tener la amplitud de mira suficiente como para darnos cuenta. Las ventajas de las medidas alternativas a la Ley General de Discapacidad están frente a nosotros, esperando que las utilicemos para conseguir que nuestra empresa siga creciendo a la vez que ayudamos y damos un futuro laboral a aquellas personas con discapacidad que más necesitan una oportunidad para desarrollarse laboralmente. Es, sin duda, una buena forma en la que todos salimos ganando.