FUNDACIÓN JUAN XXIII, con la financiación del Ayuntamiento de Madrid, ha dado continuidad a un proyecto que fomenta la adquisición de habilidades de la vida cotidiana de personas con discapacidad intelectual.
FUNDACIÓN JUAN XXIII, que lleva más de 55 años trabajando para la inclusión social y laboral de personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental, en su afán de mejorar la calidad de vida de estas personas, ha continuado con este proyecto que consiste en desarrollar habilidades y destrezas de las personas participantes en las áreas: personal, doméstica y social.
Durante el último trimestre del 2021, y gracias al impulso económico aportado por el Ayuntamiento de Madrid, seis participantes de FUNDACIÓN JUAN XXIII entre 20 y 65 años han desarrollado diferentes actividades a través del alquiler de un piso en el que han puesto en marcha actividades que se realizan en el día a día, fortaleciendo así su autonomía.
Los resultados que ya se han ido observando en los primeros participantes del proyecto son positivos y esperanzadores: Han mejorado y demostrado un desarrollo considerable en tareas personales (higiene personal, autonomía personal, prevención de peligros); domésticas (tareas del hogar, cocinar, participación en la economía familiar); y sociales (autodeterminación, habilidades comunicativas, desenvolverse en comunidad, entre otras.).
La metodología que se ha llevado a cabo en este proyecto asienta sus bases en la calidad de vida de los participantes poniendo énfasis en la vida independiente, la autodeterminación y la inclusión social de las personas potenciando su participación activa en la comunidad. Se ha realizado una evaluación inicial y otra final de las habilidades de la vida diaria para valorar las competencias adquiridas, mediante entrevistas y escalas estandarizadas, que permitieron elaborar un Plan Individual de Apoyo.
Todo esto desembocará en el diseño de un Plan de Transición que será la verdadera clave para que las personas con discapacidad intelectual pongan en práctica todo el conocimiento adquirido, logrando así que estas personas sean los verdaderos protagonistas de su vida, dando el gran paso de independizarse y poder elegir dónde, cómo y con quién vivir, contando siempre con los apoyos necesarios.
Con la puesta en marcha de este proyecto, FUNDACIÓN JUAN XXIII demuestra una vez más que avanza hacia un modelo de intervención 360º para las personas con discapacidad intelectual, centrándose en este caso en la Vida Independiente. De este modo, continúa trabajando en las necesidades individuales de cada persona, la búsqueda de su bienestar y la mejora de su calidad de vida desde un contexto real.