Octubre ha sido un mes de intensas jornadas de voluntariados en La Huerta de La Fundación con la participación de varias empresas de diferentes ámbitos, tales como financiero, tecnológico, eléctrico, telefónico, cervecero, industrial, transporte marítimo, de servicios, entre otros. Cada uno de ellos aportaron su granito de arena para que este proyecto de integración sociolaboral de personas con discapacidad intelectual, siga floreciendo y permitiendo que cada vez sean más lo que se beneficien de este proyecto.
Ha sido un gran mes, y no podía cerrar de mejor forma que con la participación de los voluntarios de Bureau Veritas en una mega jornada realizada de forma paralela en Madrid y Barcelona, cada una de ellas orientadas a las expectativas de los grupos y el entorno en el que se desarrollaron.
La jornada de Madrid consistió en las siguientes actividades:
La aldeita, un espacio construido por y para los niños, ha sido el resultado de la intervención de varios colaboradores, y en esta jornada se ha podido concluir este pequeño proyecto.
El resino es un fruto que sirve de barrera antiplagas natural, al evitar que los topillos, una plaga que se come las plantas, dañen los cultivos de la huerta, de esta manera evitamos el uso de pesticidas químicos perjudiciales para la salud y el medio ambiente. En esta actividad, los voluntarios recolectaron las semillas de resino aptas y luego las desgranaron para su posterior siembra y continuar el ciclo natural de las plantas.
Por otro lado, los voluntarios de la jornada en paralelo de Barcelona experimentaron una mañana de aprendizaje ecológico, conociendo sobre cultivos, ganadería y avicultura ecológica. Iniciaron la jornada con un recorrido por la finca, empezando con una visita a la zona de animales, donde pudieron compartir con las gallinas y sus polluelos, aprendiendo cómo se producen los huevos. También se acercaron y dieron de comer a los burros y sus crías junto con los caballos.
Otra actividad super interesante fue la visita de "Elisabeth´s Garden", una colonia de gatos que fueron abandonados y que posteriormente fueron rescatados y ahora viven en armonía con la naturaleza en un espacio creado para ellos, en el que colaboran personas con discapacidad.
Luego se dividieron en cuatro grupos para realizar ginkanas orientadas a fomentar el trabajo en equipo.
Al finalizar ambas jornadas, los participantes disfrutaron de un rico desayuno ecológico con zumos y fruta fresca.
Resultado de las jornadas: