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¿Por qué es importante la Atención Temprana? ¿Cómo solicitarla?

Escrito por Fundación Juan XXIII | 16/06/23 9:00

Los niños y niñas que tienen algún trastorno en su desarrollo, o que están en riesgo de presentarlo, necesitan un refuerzo extra para potenciar sus capacidades. La Atención Temprana es la que se encarga de dar respuesta, lo antes posible, a las necesidades de estos pequeños, ya sean transitorias o permanentes. Para ello, se establece un conjunto de  intervenciones infantiles, a la familia y al entorno, que deben tener lugar desde los primeros momentos de vida.

 

 

Este tipo de intervención multidisciplinar es planificada y acompañada por un conjunto de especialistas, que buscan resolver las necesidades de las familias (Libro Blanco de Atención Temprana, 2000), y ha de estar basado en una cuidadosa evaluación individual de las capacidades, de las fortalezas y de la identificación funcional de los retos de mejora de los menores y las familias.

El proceso de Atención Temprana debe comenzar lo antes posible, en los primeros meses de vida. Implantar un programa de intervención lo más tempranamente posible es fundamental para paliar y subsanar estados de deprivación neuronal y patologías adversas en el desarrollo, incluso antes de esclarecer de manera definitiva un diagnóstico con garantías. El conocimiento del sistema nervioso nos ayudará a poder comprender los déficits que pueden aparecer por un desarrollo anormal del cerebro o a causa de daños en el mismo a edades tempranas.

La importancia de priorizar la Atención Temprana y de facilitar a las familias el acceso a este servicio se sustenta en la existencia de periodos de aprendizaje continuos. Las técnicas de intervención de estimulación precoz son las que facilitan el camino a desarrollar una función correcta desde el inicio, y tratan, si hay dificultades, de mitigar sus efectos. 

En este contexto se busca que la Atención Temprana llegue a todas las familias en las que se presente cualquier tipo de trastorno o alteración en el desarrollo, sea de tipo físico, psíquico o sensorial, o que se consideren en situación de riesgo biológico o social (por ejemplo, niños prematuros, con bajo peso o que no han recibido los cuidados adecuados). 

 

 

Atención Temprana: ¿Por qué es importante empezar cuánto antes?

 

El desarrollo infantil es un proceso dinámico, que se sustenta en su base biológica, psicológica y social. La ciencia demuestra que la intervención temprana es fundamental, porque el cerebro de los más pequeños se encuentra en continuo desarrollo, con un crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a modificaciones y conexiones propias de la continua estimulación que el entorno le provee. Por lo tanto, los primeros años de vida constituyen una etapa primordial, pues se van configurando las habilidades perceptivas, motrices, cognitivas, lingüísticas y sociales que posibilitarán una equilibrada interacción con su entorno social. 

Esta perspectiva del desarrollo asume su multidimensionalidad, así como la indivisibilidad de los procesos biológicos, psíquicos y sociales, que se resumen en un ‘todo’ en el cual se constituye el niño. Los primeros años de vida también son fundamentales para el desarrollo del tejido nervioso y la plasticidad de los mecanismos neuronales. De este modo, es la época más relevante para la Atención Temprana, debido a la reactividad de las terapias y a la efectividad de los procesos terapéuticos. 

 

Cómo acceder a la Atención Temprana

 

Para acceder a la Atención Temprana en la Comunidad de Madrid necesitamos ser derivados por un profesional sanitario o educativo. Habitualmente son los profesionales de salud (pediatras o especialistas) o los equipos de orientación educativa los que, tras hacer una primera valoración, realizarán la derivación a través de una herramienta llamada Registro Único de Atención Temprana (RUAT). 

Una vez realizada esa derivación, la familia es quien deberá presentar por registro (ya sea electrónico o presencialmente) la Solicitud de Valoración de Necesidad de Atención Temprana. A la solicitud habrá que adjuntarle copia de la tarjeta sanitaria del niño y del Libro de Familia. 

Después, el Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI) se encargará de citar al niño y su familia para realizar la valoración de necesidad de Atención Temprana. En esta valoración participan distintos profesionales, dependiendo de las características de cada solicitante. Finalmente, emitirán un Dictamen y Resolución de Necesidad de Atención Temprana que incluye un diagnóstico, así como los tratamientos que se recomiendan. Este dictamen se notifica, generalmente por correo postal.

Cuando la familia reciba el dictamen, en el que se reconozca la necesidad de recibir tratamientos, deberán solicitar la plaza pública en un Centro de Atención Temprana. Se puede solicitar hasta dos centros de preferencia. La solicitud se presentará, de nuevo, a través de registro.

Una vez solicitada la plaza, queda esperar a que haya una plaza disponible, momento en el que los técnicos de la Dirección General de Atención a Personas con Discapacidad se pondrán en contacto con la familia para adjudicar la plaza. Este proceso puede llegar a alargarse, debido a la existencia de listas de espera, por lo que muchas familias acceden a tratamientos de manera privada para poder recibir los tratamientos necesarios, hasta que se conceda la plaza pública.

 

FUNDACIÓN JUAN XXIII cuenta, desde este pasado abril, con dos Centro de Atención Temprana, uno en el barrio de Vicálvaro y otro en la calle Segre 8, con un total de 210 plazas autorizadas, de las cuales 65 están concertadas con la Comunidad de Madrid, para poder dar el mejor servicio a las familias que requieran de nuestra ayuda, acompañamiento y asesoramiento. Los equipos lo forman personas altamente implicadas, formadas y con una gran motivación por la infancia, que agrupan su talento en dar un servicio integral y de calidad.