Es innegable que los huertos urbanos han ido en crecimiento en los últimos años. Las razones son variadas, pero parten de la necesidad creciente de saber de dónde provienen los alimentos que consumimos y del interés de la sociedad por el desarrollo sostenible.
¿Estás pensando en instalar un huerto urbano en tu empresa? Te explicamos cuáles son los pros y los contras de esta iniciativa.
Los huertos urbanos empezaron como iniciativas vecinales, pero a medida que las empresas se han dado cuenta de los beneficios que aportan, tanto a sus trabajadores como a la imagen corporativa, son más las compañías que los ponen en marcha.
Las ventajas de un huerto urbano en una empresa son muchas, a continuación repasamos las más importantes:
Acceso a alimentos frescos y de calidad. El trabajador puede disfrutar de frutas y hortalizas frescas de temporada con la facilidad de poder acceder directamente a ellas. Sabrán que están consumiendo alimentos ecológicos, con mejor sabor que los adquiridos comercialmente y con la satisfacción de ver en su mesa el producto de su esfuerzo.
Integración de grupos. Para montar un huerto urbano en la empresa los empleados tendrán que trabajar en equipo, lo que permite fomentar las relaciones interpersonales y de colaboración entre los trabajadores, logrando un mejor ambiente laboral.
Reduce el estrés. Los espacios verdes tienen la capacidad de mejorar el ánimo y el bienestar mental. Por otro lado, las tareas manuales que hay que llevar a cabo en el huerto urbano permiten que las personas se distraigan y desconecten por unos minutos, reduciendo así el estrés.
Preservación del medioambiente. La producción de frutas y hortalizas de proximidad evita la emisiones contaminantes inherentes a la importación o el transporte de los productos. Además, las plantas absorben CO2, ayudando a compensar la huella de carbono de la empresa.
Refuerzo de valores. Como el respeto a la naturaleza y el medioambiente, la sostenibilidad y la responsabilidad.
Ahorro energético. Los huertos urbanos horizontales en techos de edificios crean una cubierta vegetal que contribuye a aislar térmicamente el edificio. Así, pueden reducirse los gastos en calefacción o climatización de la empresa.
Aunque las ventajas sobrepasan claramente a los inconvenientes, instalar un huerto urbano en la empresa también tiene sus contras:
Resultados variables. Los resultados pueden ser variables y verse influenciados por factores externos (como el clima), lo que puede alterar la calidad de la producción y crear frustraciones en la plantilla.
Inversión inicial. Se necesita una inversión en materiales de cultivo y acondicionamiento del espacio. También es recomendable un estudio previo que analice el tipo de huerto más adecuado e incluso algunas sesiones educativas que formen y acompañen a los trabajadores en los primeros pasos.
Exigencia de compromiso. Un huerto urbano en la empresa es un proyecto a largo plazo. Como tal, debe partir del compromiso de todos los implicados, desde la directiva a empleados.
Posibilidad de plagas. Los huertos urbanos pueden atraer a insectos. Aunque muchos son beneficiosos para el propio huerto urbano e inofensivos, otros como el pulgón, las hormigas, las orugas, los mosquitos o la mosca blanca pueden alcanzar la categoría de plaga. Para evitarlo, es necesario adquirir conocimientos sobre control ecológico de plagas.
El gasto de agua puede aumentar en algunos climas. Por lo que se recomienda que un huerto urbano vaya de la mano de sistemas de recuperación de aguas pluviales.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII somos especialistas en diseñar soluciones verdes, uniendo la agricultura y el paisajismo para crear huertos urbanos en edificios corporativos y parques empresariales.
Diseñamos y ejecutamos huertos urbanos con criterios de agricultura ecológica, incorporando soluciones de economía circular y consumo responsable.
Además, en nuestros proyectos participan personas con discapacidad, por lo que también se fomentan valores como la diversidad y la inclusión en la empresa, al mismo tiempo que se cumple con la Ley General de Discapacidad.
Los profesionales de la Fundación ya han puesto en marcha más de 670 m² de huertos urbanos ecológicos. ¡Construyamos juntos un futuro más verde!