La publicación el pasado 29 de septiembre de 2022 de la nueva ley de factura electrónica, técnicamente llamada Ley 18/2022 de Creación y Crecimiento de Empresas o Ley “Crea y Crece”, implica que la factura electrónica será muy pronto el único sistema que pueda emplearse en las relaciones comerciales entre empresas y autónomos.
Si bien, desde el año 2015, la facturación electrónica ya era obligatoria para las operaciones entre empresas y la Administración Pública, esta nueva ley de factura electrónica la hará muy pronto obligatoria también para todas las operaciones entre autónomos y empresas, es decir, en todo el sector privado.
Así, todas las empresas y autónomos que deban facturar a otras empresas o a la Administración deberán emitir facturas electrónicas, que además deben cumplir con una serie de requisitos.
En cambio, la obligación todavía no se contempla para facturas dirigidas a consumidores finales (por ejemplo, la factura de un catering a un usuario particular).
Si todavía no cuentas con un sistema de facturación electrónica, es aconsejable que te prepares cuanto antes para la revolución que va a suponer en los procesos contables.
Antes de que entre en vigor la obligación de facturar electrónicamente, debe desarrollarse una normativa que incluirá todos los aspectos técnicos, algo que todavía está en proyecto (se calcula que estará listo para otoño de 2023).
La ley de factura electrónica establece su implantación en dos fases:
Para las empresas que facturen más de 8 millones anuales, la facturación electrónica será obligatoria al cabo de un año desde la aprobación del desarrollo reglamentario de la normativa.
Para el resto de empresas y autónomos, al cabo de dos años desde el desarrollo de la normativa.
Aquellos que no lo cumplan se exponen a multas y no podrán optar a ayudas, subvenciones ni presentarse a concursos o contrataciones públicas.
Las condiciones que deberán cumplir los programas de facturación con la nueva ley de facturación electrónica están recogidas en el proyecto que el Gobierno sacó a consulta pública para desarrollar el reglamento, pero todavía no existe una versión definitiva y puede sufrir cambios.
No se prevé que la ley de factura electrónica modifique demasiados aspectos de los programas más avanzados que se usan actualmente para la facturación. En todo caso, los proveedores de software deberán adaptarse para cumplir los nuevos requisitos y, llegado el momento, hacer una declaración responsable, acreditando que el software cumple con la normativa tributaria vigente.
Es importante que los equipos de las empresas y los autónomos se vayan adaptando con tiempo a este nuevo sistema de facturación que transformará la forma de hacer las cosas en los negocios.
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