Sala multisensorial: ¿Qué aporta a personas con discapacidad?
La falta de estimulación sensorial es un problema al que se enfrentan algunas personas, entre ellas aquellas con demencia o con algunos tipos y grados de discapacidad. Si una persona no tiene los estímulos suficientes, puede perder el interés y el contacto con la realidad y con su entorno, perdiendo también así la capacidad para relacionarse con otras personas.
Por eso, la función de una sala multisensorial es ayudar a las personas a conectar con sus sentidos y con el entorno que las rodea, ayudando a que desarrollen nuevas sensaciones y percepciones que les ayuden a estar más presentes.
¿Quieres saber en qué consiste una sala multisensorial y cuáles son sus ventajas?
¿Qué es una sala multisensorial?
Una sala multisensorial es un espacio interactivo que dispone de elementos específicos para la estimulación de todos los sentidos.
- Vista. Mediante elementos como tubos de fibra óptica y burbujas, proyecciones de colores e imágenes, etc.
- Olfato. Mediante difusores de aromas.
- Gusto. Por ejemplo, con mordedores o piezas de comida.
- Tacto. Mediante objetos con diferentes texturas o paneles táctiles.
- Oído. Por ejemplo, con la utilización de instrumentos, paneles musicales o de voz o tubos de burbujas (que también crean sonidos).
Además, las salas multisensoriales suelen contar con otros elementos, como las camas de agua, que también ayudan a trabajar el sistema propioceptivo (el sentido que informa al organismo de cómo están colocadas las partes del cuerpo) y la postura.
Hay varios tipos de salas multisensoriales pero posiblemente la más conocida sea la sala multisensorial Snoezelen.
Snoezelen es una filosofía que surgió en Holanda, cuyo nombre deriva de una conjunción de palabras: snuffelen y doezelen, que significa algo así como "oler" y "relajar", para trasladar la idea de respirar tranquilidad o respirar paz. Este concepto se basa en crear un marco adaptado para ofrecer experiencias diversas, es decir, una atmósfera agradable y relajante donde se ofrece una multitud de posibilidades de estimulación sensorial.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII contamos con una sala multisensorial Snoezelen en la que trabajamos durante once meses con 60 personas con un alto grado de discapacidad, en sesiones individuales de treinta minutos y dirigidas a dos ámbitos: la terapia funcional para la rehabilitación en aspectos de movilidad o funcionalidad corporal y la estimulación multisensorial, encaminada
s a trabajar el despertar sensorial a nivel global. Este año, además desarrollamos un programa piloto para incorporar la “tele-estimulación”.
Beneficios de una sala multisensorial para personas con discapacidad
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Estimulan las capacidades sensoriales. Estímulos como un aroma o una canción despiertan la curiosidad de las personas y hacen que estén más conectadas con el mundo que las rodea.
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Permiten disfrutar y experimentar nuevas sensaciones.
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Favorecen las capacidades sociales.
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Mejoran la concentración.
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Aumentan la relajación y disminuyen el estrés.
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A través de ejercicios y rutinas, se pueden mejorar la capacidad de movimiento y la postura de los participantes.
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Mejoran la coordinación y ciertas capacidades, como fijar mirada, enfocar la vista, la coordinación óculo-manual, etc.
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Ayudan a identificar emociones y estados de ánimo.
Estas son solo algunas de las actividades que desde la Fundación desarrollamos diariamente para mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. Si tú también quieres construir una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas, puedes colaborar con nosotros, a nivel particular o empresarial.