Terapia acuática en bebés: ¿cómo ayuda a su desarrollo?
El medio acuático es un entorno enriquecedor para estimular y acompañar el desarrollo de los niños/as. La terapia acuática, es una técnica cada vez más utilizada por sus múltiples beneficios. Un tipo de terapia recreativa que involucra el juego y el uso del agua para fomentar el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los más pequeños.
Al sumergirse en el agua, los niños experimentan una sensación de libertad y protección que les recuerda al ambiente cálido y seguro del útero materno. Además, las sesiones de terapia acuática permiten que conozcan su propio cuerpo, experimentar, descubrir su entorno y desarrollar otras habilidades y capacidades mediante intervenciones individualizadas.
La terapia acuática se ha incorporado a la intervención en Atención Temprana gracias a los múltiples beneficios que puede aportar en el desarrollo de los niños y niñas. Es una herramienta eficaz para mejorar diversos aspectos como pueden ser problemas de desarrollo cognitivo, psicosocial, psicomotor, integración sensorial o con dificultades en habilidades como la exploración, la comunicación o la interacción.
También es muy positiva para aquellos bebés que, sin tener ningún problema de desarrollo, están en riesgo de presentarlo. De esta forma, se previenen posibles déficits que pudieran surgir durante su desarrollo.
En nuestro centro de Atención Temprana centramos la intervención de terapia acuática en dos tipos de tratamientos:
1. Hidroterapia: El fisioterapeuta (como personal sanitario), realizará un trabajo orientado a prevenir, corregir y mejorar todos los aspectos referentes a las alteraciones o patologías del niño.
2. Estimulación acuática: Las sesiones de estimulación acuática realizadas por profesionales especializados contribuyen al desarrollo global del bebé a nivel cognitivo, motriz y afectivo-social, favoreciendo, entre otros, el desarrollo de la coordinación motora, el equilibrio, la mejora del tono muscular…
Beneficios de la terapia acuática
La intervención terapéutica en medio acuático es totalmente personalizada, y los objetivos fijados dependen de las características del niño, de las necesidades de las familias y de la evaluación realizada por un equipo transdisciplinar. Las sesiones se planifican teniendo en cuenta los objetivos individuales de cada niño, de manera que la estimulación acuática resulte lo más beneficiosa posible.
Los efectos positivos de la terapia acuática son evidentes en la movilidad y coordinación de los bebés. La flotabilidad que ofrece el agua hace que se sientan más independientes en sus movimientos, mientras que la estimulación del medio fortalece su sistema muscular, les permite tener una mayor coordinación y control de su cuerpo, desarrollar su esquema corporal y su orientación espacial. Además, la terapia acuática mejora la función respiratoria y ayuda a expulsar la mucosidad, lo que es beneficioso para el sistema inmunológico y digestivo del bebé.
Las terapias en entorno acuático aportan al mismo tiempo, una gran estimulación sensorial y pueden utilizarse para trabajar los diferentes trastornos del procesamiento sensorial. La estimulación sensorial en medio acuático estaría orientada, principalmente al bienestar, la relajación y la regulación emocional y/o conductual. Dentro del agua, además de desarrollar los sistemas sensoriales básicos (táctil, propioceptivo y vestibular), el bebé experimenta con el resto de sus sentidos (oído, gusto, vista y olfato), descubriendo e interiorizando sensaciones que le permiten conocer y comprender mejor aquello que le rodea.
Otra de las ventajas es que evita la fobia al agua y favorece que los bebés aprendan a manejarse desde pequeños en este ambiente, lo que incrementa la seguridad.
Por último, también ayuda a que se relajen y a que concilien mejor el sueño.
¿Qué papel tienen las familias en la terapia acuática?
Las familias también tienen un papel fundamental en las terapias acuáticas. Participan activamente en las sesiones, jugando y disfrutando de un momento especial junto a su bebé y potenciando su relación y el vínculo de confianza.
Además, la intervención individualizada y centrada en objetivos funcionales, permite generalizar las prácticas y los aprendizajes al entorno natural del niño, acompañando su desarrollo de manera positiva y placentera.
En definitiva, la terapia acuática en bebés ofrece beneficios a nivel intelectual, psicomotor, neuro-motor y socio-afectivo, favorece la relajación y reduce la ansiedad, y es de gran utilidad para acompañar y potenciar el desarrollo integral de los niños y niñas.
Sin olvidarnos de otro factor que es igualmente importante: proporciona momentos agradables que fomentan el bienestar de los bebés y sus familias. Así, se trata de una actividad lúdica, entretenida y socializante que se realiza a través del juego, partiendo de los intereses de cada niño.