Beneficios de los ejercicios de estimulación cognitiva para personas con discapacidad intelectual
La estimulación cognitiva es un conjunto de ejercicios y de actividades destinadas a perfeccionar o a mantener las capacidades cognitivas o mentales de una persona a lo largo del tiempo. Las personas con discapacidad intelectual pueden beneficiarse mucho de esta técnica, aunque no son las únicas: mantener activo el cerebro es mantenerlo en forma.
Está demostrado que los ejercicios de estimulación cognitiva pueden prevenir el declive cognitivo y pueden mejorar capacidades cognitivas como la atención, concentración, memoria, orientación, razonamiento o velocidad de procesamiento.
La efectividad de la estimulación cognitiva está validada por la ciencia. Seguro que te suena el término de ‘plasticidad cerebral', que no es más que una forma de decir que nuestro cerebro es similar a la plastilina, en el sentido que puede adaptarse a su propio estado o a las demandas del medio externo. Gracias a esto, la estimulación puede producir cambios físicos en el cerebro, creando nuevas conexiones neuronales y evolucionando para adaptarse a nuevas experiencias.
¿Para qué sirven los ejercicios de estimulación cognitiva en personas con discapacidad intelectual?
Los ejercicios de estimulación cognitiva para personas con discapacidad intelectual están recomendados con el fin de potenciar las capacidades existentes, desarrollar nuevas capacidades o incluso proporcionar estrategias para suplir aquellas capacidades que no pueden desarrollar.
Ejemplos de actividades de estimulación cognitiva para personas con discapacidad intelectual
Aunque es esencial adaptar los ejercicios de estimulación cognitiva a cada persona, hay algunos ejemplos clásicos que reflejan qué tipo de actividades se realizan para la estimulación cognitiva.
En muchas ocasiones se utilizan ejercicios lúdicos como las sopas de letras, la búsqueda de diferencias, los sudokus o actividades como buscar detalles en una fotografía.
Algunos juegos de mesa también pueden usarse para la estimulación cognitiva, al igual que los acertijos o fichas de actividades dirigidas que hay que completar con papel y lápiz o con colores.
Por ejemplo, un ejercicio típico de estimulación cognitiva es una ficha con diferentes dibujos de objetos, entre los que hay que seleccionar solo aquellos que se usan en actividades de aseo y baño.
Para trabajar la atención, concentración o memoria, también se pueden mostrar imágenes de objetos en cierto orden, para que las personas con discapacidad traten de recordarlas en el orden preciso.
¿Por qué es importante la estimulación cognitiva?
Además de evitar la pérdida prematura de capacidades y estimular nuevas capacidades, la estimulación cognitiva genera sentimientos de control sobre el entorno mejorando mucho el bienestar, la autonomía y la calidad de vida.
Funcionan de forma similar a las salas Snoezelen, aunque en este último caso están más enfocadas en la estimulación sensorial, más que cognitiva. En todo caso, estos recursos ayudan a que las personas con discapacidad intelectual estén más presentes, conecten con el entorno que les rodea, mejoren sus capacidades y ganen en autoestima.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII proporcionamos apoyos personalizados a personas con discapacidad intelectual y/o en situación de vulnerabilidad psicosocial, adaptados a las necesidades individuales en distintos ámbitos de la vida.
Estos servicios, subvencionables a través del Cheque Servicio del Sistema de Dependencia, prestan distintas atenciones de carácter multidisciplinar, que abarcan áreas como la fisioterapia y movilidad, la logopedia y comunicación, la estimulación cognitiva o la atención psicosocial.
El objetivo es que las personas que lo necesiten reciban los apoyos necesarios para alcanzar el bienestar y un mayor grado de independencia.