¿Cómo cumplir con las calificaciones Leed o Breeam?
El respeto por el medioambiente y la lucha contra el cambio climático son temas que ya se priorizan en todos los sectores de actividad. Y, por supuesto, las ciudades y las edificaciones donde habitamos y trabajamos tienen un rol fundamental.
Desde hace varias décadas, existen dos principales sellos que certifican, a nivel mundial, las buenas prácticas relacionadas con el diseño, construcción y gestión tanto de edificios corporativos como de otros entornos urbanos. Nos referimos a las certificaciones LEED y BREEAM.
Con este post, podrás entender qué valoran estas certificaciones y cómo las soluciones verdes pueden ayudar a sumar puntos para alcanzarlas.
¿Qué son las certificaciones LEED y BREEAM?
LEED y BREEAM son los dos sistemas de certificación que evalúan el impacto ambiental que genera una edificación en el medioambiente y su comportamiento energético en relación a su entorno.
Estas certificaciones ambientales surgen de la necesidad de contar con estándares que permitan identificar el impacto ambiental de sistemas complejos como los edificios y acelerar su cambio hacia la sostenibilidad.
Certificado BREEAM y soluciones verdes
El certificado BREEAM está basado en un sistema de valoraciones que engloba diez categorías. Otorga una puntuación numérica a diferentes aspectos como la energía, salud y bienestar, agua, transporte, uso de suelo, materiales, residuos, contaminación, gestión e innovación.
Dependiendo de la suma final de características, se otorgan distintas clasificaciones que van desde lo excepcional (en el caso de puntuaciones iguales o superior a 85), hasta sin clasificar (si se obtiene una puntuación por debajo de los 30).
A continuación, veremos algunas soluciones verdes que es posible implementar en un edificio y el impacto que estas pueden tener en la calificación, a la hora de obtener el certificado BREEAM.
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Cubiertas verdes: Mejoran el aislamiento térmico, y, por ende, se genera una mayor eficiencia energética. También otorgan puntos en la categoría “bienestar”, pues son capaces de mejorar la salud de sus ocupantes, debido a que disminuyen el efecto de isla de calor que se forma en las ciudades, por lo que permiten que el edificio esté más fresco, incluso en sus alrededores. Además, pueden servir como lugares de esparcimiento y relax (si son cubiertas verdes intensivas).
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Huertos y jardines urbanos: Esta solución entra dentro del apartado “agua”. Así pues, los huertos y jardines urbanos reducen el riesgo de inundaciones, debido a que la tierra es capaz de retener el agua que cae y, de esta forma, alivia los conductos sobrecargados por la baja permeabilidad que tiene el suelo urbano. Además, pueden contribuir a la disminución del ruido, ya que las plantas consiguen, a diferencia del cemento, absorber el ruido sin reverberar. Como mejoran la convivencia de los habitantes del edificio, también podrían puntuar en “bienestar”.
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Sistemas de compostaje: Esta solución podría puntuar positivamente en el apartado de residuos.
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Certificado LEED y soluciones verdes
El certificado LEED se enfoca en los siguientes aspectos: localización y transporte, proceso integrado de diseño y construcción, parcelas sostenibles, energía y atmósfera, materiales y recursos, calidad ambiental interior, e innovación y prioridad regional (se otorgan unos créditos específicos según la región).
De acuerdo con el nivel de puntuación, es posible obtener cuatro valoraciones: certificado, plata, oro y platino.
Algunas de las soluciones que pueden mejorar la calificación de un edificio son:
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Cubiertas verdes: Estas pueden ayudar a mejorar en varios aspectos. Sin embargo, encajan perfectamente dentro de la categoría “parcelas sostenibles” en la cual se toma en cuenta la gestión del agua o la reducción de la isla de calor, dos prioridades en las que las cubiertas verdes resultan eficaces.
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Huertos Urbanos: Esta solución también puede repercutir de manera positiva en diferentes categorías. No obstante, haremos especial énfasis en las de “innovación y nutrición”, dado que mejora la dieta de sus ocupantes, entre muchos otros beneficios para las empresas.
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Jardines verticales: Son una buena alternativa para obtener puntos en la categoría de “calidad ambiental en interiores”, debido a que ayudan a eliminar los nocivos compuestos orgánicos volátiles y, como consecuencia, mejoran la calidad de aire en el interior del edificio.
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Ventajas de obtener los certificados LEED y BREEAM
Podemos agrupar las ventajas en tres vertientes: social, económica y ambiental.
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En lo social: Mejora la calidad de vida de los usuarios del edificio en cuestión. Se logra una edificación más confortable, por lo que mejora el estado de ánimo de las personas y, así, se fortalecen las relaciones sociales.
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En lo económico: Se reduce el consumo energético y de otros suministros. Además, la obtención de estos certificados supone una revaloración del edificio, lo que aumenta el valor de la propiedad.
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Y por último, en lo ambiental: La reducción de emisiones de CO2 no solo favorece a los usuarios, sino a toda la ciudad.
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Si quieres mejorar el edificio de tu empresa para conseguir la certificación LEED o BREEAM, en FUNDACIÓN JUAN XXIII podemos ayudarte poniendo en marcha soluciones verdes que hagan aumentar su puntuación: jardines verticales, cubiertas verdes, huertos, sistemas de recuperación del agua…
Además de sumar puntos para la obtención de las certificaciones LEED y BREEAM, estas soluciones también te ayudarán crear una conciencia de sostenibilidad entre tus empleados y a conseguir un equipo más cohesionado y feliz.