¿Cuál es la diferencia entre integración e inclusión?

¿Quieres conocer la diferencia entre integración e inclusión? Has llegado al artículo adecuado. Aunque son dos términos que se suelen utilizar como sinónimos, o que pueden llegar a confundirse, lo cierto es que inclusión e integración no significan lo mismo, sino que son dos conceptos diferentes que, además, parten de una filosofía y concepto del mundo distintos.
Según la OMS, 1 de cada 6 personas en todo el mundo sufre una discapacidad importante. Cifras que describen un mundo en el que conceptos como integración e inclusión deben estar en el centro para diseñar modelos de sociedad avanzados y guiados por valores de igualdad.
Por eso, en este post vamos a ver las diferencias entre integración e inclusión cuando se habla de personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad psicosocial.
Diferencias entre integración e inclusión: la definición de cada concepto
Tanto integración como inclusión tratan de dar respuesta a la diversidad existente en las sociedades. No obstante, ambas proponen dos modelos diferenciados:
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La integración se da cuando las personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad se adaptan a un sistema.
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La inclusión tiene en cuenta que las personas no son las que deben adaptarse al sistema, sino que es el sistema el que se debe ajustar para dar cabida a las necesidades de todos. De este modo, no se trata solo de fomentar que ciertos grupos ingresen a un sistema, sino de hacer que dicho sistema sea accesible y justo para todos, sin importar sus diferencias.
De estas definiciones ya puede comprenderse la principal divergencia de la que derivan todo el resto de las diferencias entre integración e inclusión: aunque la integración supone un paso importante porque implica que las personas no están excluidas ni segregadas, aún mantiene la idea de que son las personas en situación de vulnerabilidad quienes deben ajustarse, en lugar de que el sistema se transforme para incluirlas plenamente.
La integración evita la exclusión total, pero no siempre elimina las barreras que dificultan la igualdad real.
Por su parte, la inclusión se presenta como un concepto más avanzado, ya que implica la adaptación del entorno, las estructuras y las actitudes para garantizar la participación equitativa de todas las personas, sin distinción.
¿Cuál es la diferencia entre integración, inclusión y segregación?
Para visualizar mejor la diferencia entre integración e inclusión, se suele utilizar un esquema que aborda también los conceptos de segregación y exclusión:
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En un modelo basado en la segregación o la exclusión, algunas personas están en los márgenes del sistema (de una sociedad, organización o empresa, por ejemplo).
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En los modelos basados en la integración y la inclusión están dentro del sistema, pero hay una diferencia:
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En la integración todas las personas están dentro de la organización, pero no se relacionan con los demás como iguales, sino que están aisladas dentro de esta.
En la inclusión todas las personas están dentro y se relacionan con los demás componentes de la organización.
¿Qué se entiende por inclusión?
En base a las definiciones que acabamos de ver, detallamos a continuación y de forma esquemática las principales características del modelo de la inclusión:
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La inclusión se enriquece de las diferencias de las personas y crea una sociedad heterogénea.
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La inclusión no se enfoca en la discapacidad de la persona o en sus limitaciones, sino en sus capacidades.
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La inclusión supone transformaciones profundas en el sistema.
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La inclusión no es dar a todos lo mismo: es dar a cada persona lo que necesita para lograr los mismos derechos. Dar lo mismo a todos es ignorar las diferencias y perpetuar la desigualdad. La verdadera inclusión ajusta los apoyos que recibe cada uno para que todas las personas tengan las mismas oportunidades de ejercer sus derechos plenamente.
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La inclusión acepta a cada persona como es, con sus características individuales. No busca acercar a la persona a lo que está normalizado.
Inclusión laboral y social: cómo fomentarla y el papel de FUNDACIÓN JUAN XXIII
En la inclusión laboral, las personas con discapacidad participan de manera normalizada en la actividad de la compañía, aportando su talento y sus capacidades. En este modelo, se entiende que las diferencias aportan valor, por lo que se genera un sistema en el que estas diferencias tengan espacio.
Bajo este paradigma, se sabe que las compañías inclusivas, en las que se valoran las competencias y habilidades de los empleados, consiguen mejores resultados empresariales. En ellas, la diversidad es una gran fuente de enriquecimiento del entorno laboral, una excelente manera de conseguir una empresa más competitiva y empleados más comprometidos con su puesto de trabajo.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII creemos en la inclusión social y laboral y llevamos 55 años trabajando con este fin.
Además de generar empleo directo en los servicios empresariales que prestamos desde la organización, contamos también con un área de Empleo con Apoyo para facilitar la contratación de personas con discapacidad, discapacidad psíquica (intelectual, TEA o problemas de salud mental) por parte de las empresas ordinarias, haciendo una selección basada en competencias y acompañando a la empresa y a los trabajadores de forma personalizada.
También realizamos muchas actividades en empresas que ayudan a sensibilizar sobre la discapacidad y a romper las barreras y los prejuicios que puedan existir.
Trabajamos en tres áreas principales para mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial: atención, formación y empleo.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII apostamos por el modelo de inclusión frente a la integración porque el primero se adapta mejor a nuestra misión: la de que la presencia de todas las personas esté implícita dentro de una sociedad diversa, en la que reciprocidad e igualdad de condiciones son derechos fundamentales, reconociendo que las capacidades de las personas no sean las mismas.
Nuestro objetivo no solo es que las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial estén dentro de la sociedad o del mercado de trabajo: se trata de que también se relacionen con su entorno en condiciones de igualdad, que tengan derechos reconocidos, acceso de forma igualitaria a oportunidades, etc.
Por este motivo, trabajamos día a día y en colaboración con las empresas para que la inclusión social y laboral sea una realidad.
¿Te unes a nuestra misión?