Empresas de packaging personalizado: diseño que protege y conecta con el cliente

El éxito del packaging personalizado habla de una realidad: el packaging es mucho más que un mero elemento físico para transportar u organizar objetos. Muy al contrario, es capaz de otorgar valor al producto que contiene, o de quitárselo. Es también capaz de transmitir un mensaje y evocar nociones de calidad. 

Un ejemplo ilustrativo del valor del packaging está en aquellos casos en que éste tiene un valor proporcional muy alto en comparación con el producto que contiene. Es el caso de los perfumes, en el que el coste del frasco y su caja a menudo supera con mucho el del perfume en sí. ¿El motivo? El packaging está cumpliendo una función comunicativa clave de exclusividad y calidad, y se utiliza como una poderosa estrategia de marketing y diferenciación.

Hoy en día, el packaging personalizado y las técnicas digitales permiten realizar un embalaje que se adapte al producto y a lo que se quiere comunicar. El éxito se gesta desde el diseño, ya que es preciso apelar a necesidades del consumidor y sus creencias y percepciones sobre por qué un producto es valioso. 

Igualmente, las opciones de packaging con valor social y sostenible son también ejemplo del valor añadido que puede suponer el packaging para las empresas.

En FUNDACIÓN JUAN XXIII, acompañamos a las empresas en el proceso para diseñar packaging personalizado que añada valor a su producto. Como Centro Especial de Empleo y entidad sin ánimo de lucro, lo hacemos además desde un punto de vista inclusivo para personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. Un enfoque que nos permite diseñar packaging personalizado capaz de conectar con los consumidores y sus valores de un modo profundo.

Desde nuestra perspectiva única y experiencia como empresa de packaging personalizado, hoy compartimos algunas de las claves para comprender el valor del packaging personalizado y cómo FUNDACIÓN JUAN XXIII puede ayudarte a aprovechar todo su potencial.

El valor del packaging personalizado: por qué conecta mejor con el cliente

Ya hemos adelantado que el valor del packaging personalizado está no solo en proteger el producto, sino que funciona como una potente herramienta estratégica de marketing. En otras palabras: el packaging es capaz de contar una historia sobre el producto que contiene, y conectar con el cliente desde ese lugar. 

A nivel psicológico, el packaging influye en los distintos niveles de necesidades del consumidor, que pueden entenderse en base a la conocida como pirámide de Maslow. Ésta consiste en una teoría psicológica que organiza las necesidades humanas en cinco niveles (desde las más básicas, en el nivel inferior de la pirámide, hasta las más complejas) y que ha sido ampliamente utilizada en el ámbito del marketing para entender cómo conectar con los clientes a un nivel profundo. En el caso del packaging, funciona de forma similar: cuanto más altos son los niveles a los que el packaging consigue apelar, mayor es el valor percibido y, por tanto, mayor disposición del cliente a pagar más o fidelizarse con la marca:

• En la parte inferior de la pirámide, se hallan los dos primeros niveles: fisiológico y de seguridad. En estos casos, se trata de que el packaging permita que el producto llegue en buenas condiciones, pero también en su capacidad de transmitir seguridad y consistencia. De este modo, el packaging que conecta con estos niveles aumenta la confianza del cliente en la marca, haciendo que el cliente sienta que el producto es seguro y de calidad.

• Un nivel intermedio es el de la necesidad de afiliación. En este caso, el packaging personalizado debe ser capaz de apelar a la identidad de grupo a través de colores, mensajes o estilos que resuenen con una comunidad específica o un estilo de vida al que el cliente aspire. 

Algunos ejemplos:

• Un producto de belleza que aspire a conectar con un público de personas jóvenes concienciadas con el medio ambiente utilizará colores como el verde o blanco, y tonos pastel (apelando a la conexión con la naturaleza) y mensajes tipo “libre de crueldad”, “packaging reciclado” o “100% vegano”.

• Una marca de barritas energéticas para deportistas y personas interesadas en el fitness utilizará colores llamativos (por ejemplo, rojo o azul eléctrico en contraste con el negro) y mensajes como “alto en proteínas” o “tu dosis de energía para rendir más”.

En definitiva, se trata de que el cliente sienta una conexión emocional con la marca porque ésta apela a su necesidad de afiliación social y pertenencia a una comunidad concreta.

• El nivel de reconocimiento conecta directamente con la capacidad del packaging de reforzar la autoestima del cliente, influyendo tanto en su propia autoimagen como en cómo otras personas le perciben. En este punto, juega un papel importante el packaging personalizado, que permite que el cliente se sienta valorado. Son ejemplos de esto el packaging con el nombre del cliente o con un mensaje de cumpleaños, pero también el packaging llamativo que apela al fenómeno del unboxing en redes sociales: el propio packaging se convierte en parte del ritual de compra, y compartirlo en redes genera validación social.

• En la cúspide de la pirámide se halla el nivel de autorrealización: una necesidad relacionada con la búsqueda de significado, propósito vital y autenticidad con respecto a uno mismo. En el caso del packaging, son capaces de cumplir con esta necesidad más sofisticada los diseños que inspiran, que reflejan un compromiso ambiental o causas sociales. Es decir, packaging con el que el cliente resuena porque refleja sus valores más profundos y está alineado con su identidad y propósito personal.

Estos ejemplos ilustran el poder del packaging para comunicar y conectar con el cliente, y la importancia de contar con un diseño bien planteado y alineado con las estrategias de marketing de la empresa.

Es aquí donde entran en juego los servicios de packaging de FUNDACIÓN JUAN XXIII. Diseñamos packaging personalizado planteado para conectar a un nivel profundo con los clientes. Y es precisamente nuestra identidad como empresa de packaging personalizado con propósito social la que nos permite ofrecer un valor añadido único: como Centro Especial de Empleo, nuestros servicios de packaging ofrecen puestos de trabajo de calidad a personas en riesgo de vulnerabilidad psicosocial.

Por ello, al elegir FUNDACIÓN JUAN XXIII para el diseño y fabricación de tu packaging, tu producto queda alineado con un compromiso firme con causas sociales y sostenibilidad, conectando con las necesidades de autorrealización y autenticidad de los clientes, y dando un paso más en la construcción de tu imagen de marca. 

Con una sólida trayectoria trabajando con marcas líderes en cosmética, industria alimentaria, farmacéutica y otros sectores, en FUNDACIÓN JUAN XXIII hemos demostrado nuestra capacidad para aportar valor como empresa de packaging personalizado.

Conoce más sobre nuestros servicios de packaging y da el paso para diferenciarte con un packaging personalizado comprometido y sostenible.