Intercambio de profesionales para la vida independiente de personas con discapacidad intelectual

| por Fundación Juan XXIII

El compromiso empresarial con la inclusión y la mejora continua de los servicios para personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental es un camino que debe andarse cada día. No obstante, algunas iniciativas suponen un salto adelante importantísimo para mejorar las capacidades para la vida independiente de personas con discapacidad intelectual, y el intercambio de profesionales (job shadowing) fomentado recientemente es un ejemplo de ello.

Cuatro profesionales de la Fundación Juan XXIII Roncalli se desplazaron a Dinamarca en el marco del proyecto Erasmus+ KA122-ADU. Una experiencia de movilidad de la mano de nuestra entidad de acogida (SOSU Øtjylland) en la que los profesionales tuvieron la oportunidad de aprender cómo configura todo lo vinculado con la vida independiente para personas con discapacidad intelectual en este país.

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De primera mano constataron su sistema innovador y ampliamente respaldado por la comunidad y el estado, enfocado en promover la autonomía y la participación comunitaria de estas personas. Una experiencia altamente valiosa para los profesionales, llena de aprendizajes significativos y que tiene un impacto directo en los objetivos de FUNDACIÓN JUAN XXIII y el compromiso empresarial que promovemos. Lo analizamos.

 

Principales aprendizajes para FUNDACIÓN JUAN XXIII

Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII estamos comprometidos con la mejora continua en el tipo de servicios que ofrecemos para nuestros usuarios. Así, la experiencia en este intercambio profesional en SOSU Øtjylland nos ha permitido acceder a una serie de aprendizajes a aplicar en nuestro contexto, entre los que destacan:

 

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1. Diversidad de modelos residenciales y participación comunitaria

Uno de los puntos álgidos fue visitar iniciativas como la Casa de las Generaciones y Gammel Kirkevej. Estos espacios destacan por su arquitectura centrada en crear comunidad, permitiendo la convivencia de generaciones y colectivos diversos, como personas mayores, familias y personas con discapacidad. 

Un ejemplo de ello son las actividades colectivas organizadas por los residentes, que fomentan la autonomía y una gestión compartida de las tareas del hogar.

La adaptación de estos modelos en nuestra fundación podría representar una vía de empoderamiento para las personas usuarias, promoviendo una mayor conexión con su entorno y decisiones.

 

2. Educación y empleo inclusivos

Con la visita a Egmont Højskolen, observamos cómo estudiantes con y sin discapacidad conviven y aprenden juntos, con el apoyo de compañeros que, además de estudiar, desempeñan funciones de asistencia por las que son recompensados por el Estado. 

Este enfoque no solo fomenta la inclusión, sino que sensibiliza a las nuevas generaciones sobre la realidad y el potencial de las personas con discapacidad.

Nuestras aulas estables ya han tomado la iniciativa en fomentar que los alumnos con diferentes discapacidades, escolarizados en modalidad de Educación Especial, compartan espacios, vivencias y actividades en centros educativos ordinarios. No obstante, nuestra experiencia en Dinamarca refuerza nuestra intención de seguir implementando programas educativos más inclusivos que integren competencias laborales y sociales.

 

3. Innovación en soluciones habitacionales

Dinamarca nos sorprendió con una fuerte inversión estatal y local en soluciones habitacionales para personas con necesidades especiales. Un ejemplo de ello es Vaskereit, un negocio social que promueve la autonomía laboral y habitacional de personas con discapacidad intelectual, demostrando que es posible combinar sostenibilidad económica, ecológica y social en un mismo modelo.

La replicabilidad de estos esquemas en nuestra entidad podría representar un paso significativo hacia la desinstitucionalización y la autonomía, si bien representa todo un reto ante el gran poder que el papel del Estado y las comunidades locales juega en Dinamarca. 

 

4. Participación activa de los beneficiarios

Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII comprendemos la importancia del rol activo de las personas usuarias en la toma de decisiones sobre su vida diaria para reforzar su confianza y protagonismo en su propio desarrollo. 

Nuestro intercambio profesional nos confirmó esta meta: en varios de los centros visitados, las personas usuarias participaban en decisiones, desde la decoración de sus espacios hasta la elección de actividades. Tras constatar las diferentes vías en que la participación activa puede fomentarse, hemos fortalecido nuestro compromiso con este modelo para nuestras actividades, servicios y formaciones.

 

Nuevos pasos para FUNDACIÓN JUAN XXIII tras el intercambio Erasmus+

 

Esta enriquecedora experiencia ha tenido un impacto colectivo en la Fundación pero también a cada uno de los cuatro profesionales participantes, fortaleciendo sus áreas de especialización:

 

  • La gerente de SumaMente ha adquirido una visión amplia sobre la importancia de la integración de servicios comunitarios y el papel clave del estado en el financiamiento y coordinación. Experiencias como las observadas en Vaskereit y Casa de las Generaciones le permitieron explorar cómo diseñar espacios que promuevan la colaboración intergeneracional y la autonomía, impulsando la inclusión desde una perspectiva global.

  • Para el perfil de Coordinador-Psicólogo de la Oficina de Vida Independiente, el aprendizaje se tradujo en conocimiento sobre nuevas metodologías psicopedagógicas y modelos de apoyo personalizados, como los de Gammel Kirkevej, donde los residentes reciben asistencia para mantener una vida lo más independiente posible. Este conocimiento enriquecerá las estrategias de intervención en nuestros pisos tutelados, buscando incorporar soluciones habitacionales adaptadas y fomentando una autonomía real y sostenible para las personas con discapacidad intelectual.

  • Para el Responsable del Centro de Rehabilitación Laboral Vicálvaro-Moratalaz, las visitas a espacios como Egmont Højskolen destacaron la relevancia de combinar formación y trabajo en un entorno inclusivo. Este enfoque proporcionará nuevas herramientas para fortalecer los programas de inserción laboral en el centro, integrando metodologías que promuevan el desarrollo de competencias transversales y la sensibilización del entorno laboral. 

  • Igualmente, el Responsable de Proyectos de la entidad se benefició significativamente del contacto directo con modelos de gestión y cooperación internacional. La experiencia reforzó la importancia de establecer alianzas estratégicas con entidades extranjeras, y de adaptar proyectos innovadores, como los observados en Solund, al contexto local. Además, su participación facilitará la transferencia de buenas prácticas a futuras iniciativas que la Fundación presente.

 

Por último, consideramos clave destacar el valor del intercambio internacional, ya que la experiencia en Dinamarca nos permitió identificar herramientas innovadoras que serán clave para mejorar nuestros servicios y empoderar a nuestras personas beneficiarias, fomentando así que puedan contar con una mejor calidad de vida. Además, el contacto con profesionales y personas con discapacidad locales nos ayudó a comprender cómo abordar retos comunes desde enfoques creativos y sostenibles.

La financiación y el respaldo de la Unión Europea a través de proyectos como los Erasmus+ son esenciales para hacer posibles estas experiencias transformadoras. Este tipo de programas no solo promueven el intercambio de conocimiento y la cooperación internacional, sino que también facilitan la aplicación de buenas prácticas en el ámbito local. Gracias a esta ayuda, entidades como la nuestra pueden avanzar hacia una sociedad más inclusiva, con servicios de mayor calidad y un impacto significativo en la vida de las personas. Estamos convencidos de que este aprendizaje potenciará nuestro impacto, consolidando a la Fundación Juan XXIII Roncalli como un referente en inclusión y autonomía.

Así, todos estos aprendizajes ya están en marcha para materializar nuevos compromisos en FUNDACIÓN JUAN XXIII, incluyendo: 

 

  • Nuevas intervenciones y metodologías, adaptadas a nuestra realidad local.

  • Modelos residenciales inclusivos y sostenibles para nuestro futuro proyecto piloto de soluciones habitacionales. 

  • Estrategias de cooperación con otras entidades para maximizar el impacto en la comunidad.

¡Sigamos construyendo juntos un futuro más inclusivo!

 

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