Potencia tu imagen de marca con el patrocinio a proyectos sociales

| por Fundación Juan XXIII

Que la Responsabilidad Social Corporativa ayuda a mejorar la reputación y la imagen de una empresa es prácticamente incuestionable hoy en día. Una compañía que,  voluntariamente, asume una serie de valores y de responsabilidades con la sociedad (más allá de los mínimos que marcan las leyes) es percibida como una empresa humanizada, que se preocupa por las personas. Por tanto, tendrá una ventaja competitiva sobre la competencia, diferenciándose de esta, y mejorando su percepción de marca en la sociedad y el mercado. 

 

No obstante, para que la responsabilidad social de las empresas tenga el efecto deseado, hay que efectuar acciones reales, con resultados palpables, que rompan la desconfianza de los consumidores, algunos de los cuales pueden asumir las acciones de RSC como una acción publicitaria. Es decir, más allá de comunicar sus valores y su posicionamiento social en temas como la ecología, la guerra contra la pobreza o la inclusión, deben tomar acción y conseguir trasladar de forma fehaciente sus valores.

Ante este reto, la mayoría de empresas suele escoger una de las siguientes vías: patrocinio de proyectos sociales (en colaboración con instituciones solidarias), donaciones monetarias puntuales, donaciones de bienes o productos, o diferentes labores por parte de una fundación empresarial propia.

 

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En este post vamos a hablar del patrocinio de proyectos sociales y analizar por qué es una de las mejores maneras de potenciar la imagen de marca de una empresa.  

 

¿Qué es un patrocinio de un proyecto social?


  • Es una aportación que realiza una compañía para una actividad de interés público.

  • El proyecto social no forma parte del cometido principal de la empresa (de lo contrario, se consideraría promoción de ventas).

  • El proyecto, en cambio, sí puede (y debe) ir alineado con los valores de la empresa.

  • La rentabilidad de un patrocinio de un proyecto social es difícilmente cuantificable, pero esto no significa que no sea rentable. Aunque no pueda ser traducida en números (es más difícilmente medible que las acciones de marketing), tiene un impacto importante en la imagen de la empresa, no solo frente a consumidores, sino también frente a la competencia, las instituciones públicas y los ‘stakeholders’. También suele ir ligada a una mayor notoriedad y exposición en los medios.

 

¿Por qué patrocinar proyectos sociales?

 

Las razones principales que suelen aducir las compañías que se vinculan a una institución solidaria suelen ser fortalecer la imagen de marca, cumplir con las políticas de RSC de la empresa, mantener las conexiones previas con las instituciones colaboradoras o incluso asociar su imagen con la de instituciones de prestigio. Pero hay muchas razones más:

 

  • Aumentar la motivación de la compra. Ante condiciones iguales de calidad y precio, las acciones solidarias de las empresas pueden ser vistas como un factor decisivo por parte del consumidor.

  • Aumentar la motivación de los empleados. Estos verán que su trabajo tiene un sentido más allá del abastecimiento del mercado. Dar un sentido solidario a sus acciones actúa como un factor de motivación.

  • Construir los valores de la empresa. De forma que estos no se queden solo en una declaración de intenciones, un lema o unos colores en el logotipo.

  • Incentivos fiscales. Las donaciones y patrocinios en colaboración con fundaciones y asociaciones consideradas de Utilidad Pública son deducibles al 35% o incluso al 40% si se trata de donaciones periódicas realizadas durante al menos tres años a la misma entidad, por un importe igual o superior.

  • Cumplimiento de la Ley General de Discapacidad. El patrocinio de proyectos sociales es una de las Medidas Alternativas que contempla la LGD, una normativa de obligado cumplimiento para las empresas con más de 50 empleados. Aunque la forma preferente de cumplir con la LGD es reservando una cuota del 2% para trabajadores con
  • discapacidad, algunas empresas que no puedan acatar la cuota por razones económicas, productivas, organizativas o técnicas (y así lo justifiquen mediante un Certificado de Excepcionalidad) pueden cumplir con la ley con donaciones o patrocinios a una institución que trabaje a favor de la inclusión de estas personas, como FUNDACIÓN JUAN XXIII. En este caso, la aportación que deben hacer para cumplir con la ley deberá ser del 1,5 del IPREM por cada persona con discapacidad que no haya sido contratada.

 

Nueva llamada a la acción

 

Antes hemos explicado qué es un patrocinio de un proyecto social, pero también queremos explicar qué no debe ser: un patrocinio de un proyecto social no debe ser un simple traspaso de dinero de una empresa a una institución, sin unos objetivos definidos. Para obtener todos los beneficios que el patrocinio de un proyecto social puede aportar a una empresa (y a la sociedad), la implicación de las partes debe ser mayor. 

 

Por eso, desde FUNDACIÓN JUAN XXIII planificamos una serie de proyectos que tienen como fin mejorar la vida de las personas con discapacidad, tratando diferentes aspectos, para que cada empresa se involucre en aquel proyecto que elija y conseguir sus trabajadores lo conozcan y que lo sientan como propio.

Algunos de nuestros proyectos inclusivos que pueden patrocinar las empresas giran en torno a la formación de personas con discapacidad, otros buscan mejorar sus capacidades motoras (y por tanto, la calidad de vida), otros dan voz propia a estas personas a través de las ondas de radio… Conoce nuestros proyectos y elige cuál vas a ayudar a hacer realidad

 

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