Llevar a cabo acciones publicitarias para atraer y fidelizar clientes es un reto para cualquier negocio o empresa, pero no todas las campañas promocionales tienen el mismo efecto, ni todas permiten una buena medición de resultados. El marketing directo, en cambio, cumple estas premisas: su eficacia queda patente en resultados que pueden medirse.
Por eso, en este post te contamos más sobre esta modalidad de marketing y sobre cómo sacarle partido.
El marketing directo es una modalidad de publicidad que implica la entrega directa de un mensaje a un grupo de personas seleccionadas que tienen el potencial para ser clientes. Es decir, no hay intermediario y se establece una comunicación directa con el cliente o posible cliente a través de diferentes canales, pero, por lo general, es una empresa especializada quien se encarga de la campaña, ya que cuenta con la tecnología y experiencia para ello.
Se diferencia así del marketing indirecto, que está conformado por acciones como las conferencias o congresos, el marketing de contenidos, las relaciones públicas o el marketing de influencia, todas ellas con un público más amplio y menos definido.
Público definido para cada campaña, con características similares.
Posibilidad de personalización. Incluyendo los datos del receptor o una información diferente según su perfil.
Resultados medibles. Mediante grupos de control que no reciben las comunicaciones e incluso mediante rastreo directo (por ejemplo, incluyendo códigos para la compra que permitan identificar la procedencia del cliente).
Segmentación definida. Gracias a bases de datos trabajadas.
Respuesta rápida. El mensaje llega directamente al cliente potencial de manera mucho más rápida, lo que permite determinar el éxito o fracaso del mensaje enviado e implementar de forma rápida los correctivos necesarios.
Campañas económicas. Las campañas de marketing directo pueden adaptarse al presupuesto de cualquier negocio.
Algunos de los principales tipos de marketing directo son:
Email marketing. Se establece comunicación con el consumidor por medio de correos electrónicos para ofrecer algún producto, ofertas o novedades.
Marketing postal. Se entrega directamente el material publicitario en la dirección de la persona. Este sistema permite una gran segmentación y personalización de la campaña.
Buzoneo. El mensaje se distribuye de forma similar al marketing postal, con la diferencia de que es menos personalizado, dado que no va dirigido a una persona en concreto, sino que se reparte en buzones del área de interés para el negocio.
Marketing de catálogo. Se hace entrega de un catálogo impreso o digital con la oferta de productos.
Billing marketing. Este tipo de marketing directo apela a los clientes y consiste en incluir mensajes publicitarios y personalizados en las facturas, buscando la fidelización.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII podemos diseñar una campaña promocional de marketing directo, cubriendo todos los pasos necesarios: planificación y diseño, tratamiento de bases de datos, impresión, envío o distribución postal, entre otros.
Contamos con servicio profesional que puede encargarse de campañas de marketing directo en formato físico o electrónico (emailing), con todo lo necesario para que sean un éxito y con el valor añadido de estar contribuyendo a la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad.
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