Transición a la vida adulta para jóvenes con discapacidad: ¿en qué consiste?

| por Fundación Juan XXIII

La transición a la vida adulta es un momento decisivo en la vida de todas las personas, una etapa en la que se presentan desafíos, oportunidades y riesgos, y que va a tener mucha influencia en lo que vaya a ocurrir en los años venideros.

El tránsito desde la etapa escolar a la vida adulta conlleva numerosos cambios: el desarrollo de la independencia, la exploración de los intereses y capacidades, la decisión entre seguir los estudios o buscar un primer empleo, etc. 

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En definitiva, la transición a la vida adulta es uno de los procesos vitales más complejos a los que se expone cualquier joven, y que tendrá un peso muy importante en su futuro. Para los jóvenes con discapacidad, especialmente aquellos con discapacidad intelectual, la transición a la vida adulta se trata de un proceso todavía más complicado. 

 

Un Programa de Transición a la Vida Adulta (PTVA) puede ayudar en este proceso. Consiste en ofrecer apoyos y un entorno adecuado, desde las últimas etapas de la educación obligatoria, para que cada joven pueda avanzar en la construcción de su proyecto de vida.

El objetivo es alcanzar el máximo nivel de independencia posible, en función de las necesidades y capacidades de cada persona. Para la OCDE, el proceso debe culminar en la obtención de un empleo y/o una actividad digna y en una autonomía personal, independencia y acceso al rango de adulto. Debe además conducir al desarrollo de  relaciones sociales y a la participación en la vida de la colectividad y en actividades de tiempo libre. Por último, debe permitir al joven redefinir su papel en el seno de la familia.

Nueva llamada a la acción

En qué consiste un Programa de Transición a la Vida Adulta


Los Programas de Tránsito a la Vida Adulta (PTVA) son procesos complejos, que dan cabida a recursos a diversos niveles: vida independiente, formación, empleo, participación en la sociedad…

Algunas de las dimensiones que se deben trabajar desde un Programa de Tránsito a la Vida Adulta son:

 

  • Planificación individualizada. La orientación individualizada es un elemento clave para mejorar la motivación hacia el aprendizaje de los jóvenes y su participación en la toma de decisiones sobre su propia vida. Los orientadores deben ayudar en este proceso, teniendo en cuenta las capacidades, intereses y valores de los orientados, examinando su historia personal, y aportando también alternativas de trabajo o formación que el propio joven no había valorado.

  • Autodeterminación. Es fundamental que el joven se implique en el proceso ya que, al fin y al cabo, el objetivo es trazar su propio plan de vida. Por eso, debe establecerse un diálogo a partir del cual sea consciente de sus fortalezas y capacidades, de sus intereses y motivaciones, pero también de sus debilidades o limitaciones. De este modo, puede establecerse un objetivo realista y poner en marcha un plan para alcanzarlo.

  • Formación para el empleo. Es importante que las personas tengan experiencias prácticas relacionadas con el ambiente laboral, así como practicar las entrevistas de trabajo, las habilidades de autopresentación o la realización de un curriculum vitae.

  • Formación para la vida independiente. No hay que dejar de lado el aprendizaje de habilidades sociales y para la planificación, autonomía personal, bienestar o autocuidado. 

 

Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII ofrecemos una respuesta educativa que se basa en la organización, desarrollo y puesta en práctica de contenidos formativos para la  incorporación al mundo laboral de personas con discapacidad psíquica, en tres ámbitos de experiencia:

 

  • Autonomía Personal en la Vida Diaria

  • Integración Social y Comunitaria

  • Orientación y Formación Laboral

 

En esta propuesta educativa y formativa de PTVA, también hay espacio para desarrollar talleres vivenciales a través de los cuales pretendemos descubrir con nuestros alumnos un proceso de enriquecimiento personal, social y laboral: talleres de habilidades sociales, educación en valores, de medio ambiente, de teatro, de bienestar y cuidado de uno mismo…

 

El objetivo es que los jóvenes con discapacidad cuenten con los apoyos necesarios y el ambiente propicio para poder continuar su camino hacia la vida adulta.

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