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Ventajas de una escuela sostenible (e iniciativas para lograrla)

Escrito por Fundación Juan XXIII | 15/11/23 10:00

Cada vez son más las escuelas que deciden que la educación ambiental y la sostenibilidad no deben quedar relegadas a una lección en determinadas asignaturas, sino que deben formar parte de la rutina diaria de las escuelas. 

Las escuelas sostenibles cumplen el papel de educar a las nuevas generaciones en la responsabilidad ambiental, proporcionando un entorno adecuado donde enseñar los conceptos de sostenibilidad. Pero el objetivo no es solo que los alumnos aprendan sobre determinados conceptos, sino también transformar hábitos y establecer una cultura de sostenibilidad arraigada en la propia identidad de la escuela.

Y es que los niños de hoy serán, en un futuro, los responsables de la toma de decisiones; y de ellos dependerá la gestión de un mundo en peligro. Por ello, la educación sostenible es una protección frente a la degradación del planeta y de sus recursos naturales, lo que nos beneficia a todos.

 

 

Beneficios de una escuela sostenible

 

1. Conciencia ambiental

El contexto escolar tiene mucho peso en la formación de las mentalidades y personalidades, por lo que los mensajes que se dan en esta etapa pueden marcar la diferencia. Así, las escuelas sostenibles fomentan la conciencia ambiental desde una edad temprana, educando a los estudiantes sobre la importancia de cuidar la naturaleza y ser ciudadanos responsables.

 

2. Ahorro a largo plazo

Las prácticas sostenibles, como la eficiencia energética, la gestión de residuos, el compostaje o los sistemas de reutilización de aguas no solo son amigables con el planeta, sino que también pueden resultar en ahorro a largo plazo para la escuela.

 

3. Del papel a la práctica

Al incorporar prácticas sostenibles en la operación diaria de la escuela, se proporciona un ejemplo práctico y tangible de cómo se pueden implementar acciones sostenibles en la vida cotidiana. 

 

4. Refuerzo de conceptos teóricos

Las acciones sostenibles en la escuela permiten reforzar los conocimientos teóricos y ponerlos en práctica en la vida cotidiana. Y es que hay muchos conceptos científicos que se pueden enseñar a través de una caja de compostaje, un huerto, un sistema de recuperación de aguas, un panel solar, etc.

 

5. Impacto en la comunidad

Los principios de sostenibilidad enseñados en la escuela se extienden a las comunidades locales a medida que los estudiantes llevan estos valores a sus hogares y vecindarios, creando un impacto positivo más amplio.

 

6. Naturalización

Al propiciar la conexión directa con la naturaleza, se potencia el desarrollo cognitivo, emocional y físico de los estudiantes, al tiempo que se les inculcan valores fundamentales, como el respeto al entorno.

 

7. Salud y bienestar

Las escuelas sostenibles a menudo promueven entornos más saludables al priorizar la calidad del aire y la conexión con la naturaleza, lo que beneficia la salud y el bienestar de estudiantes y personal. Además, ayudan a romper con el senderismo, fomentando un estilo de vida más activo y al aire libre.

 

8. Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Otra gran ventaja de las escuelas sostenibles es su contribución directa al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas para el año 2030. Al alinear las prácticas educativas y operativas con estos objetivos, las escuelas no solo promueven la sostenibilidad ambiental, sino que también abordan cuestiones sociales y económicas clave, como la igualdad de género, la educación de calidad, la inclusión de los más vulnerables y el crecimiento económico sostenible. Esto no solo beneficia a la comunidad escolar, sino que también forma parte de un esfuerzo global para construir un futuro más justo y sostenible para todos. 

 

Iniciativas para una escuela sostenible

 

La educación medioambiental se materializa mediante acciones concretas, como la creación de huertos escolares, iniciativas de compostaje, jardines sensoriales, cubiertas verdes o cubiertas biosolares. Estas iniciativas para la sostenibilidad van más allá de la teoría, brindando experiencias prácticas que fortalecen la conciencia ambiental, promueven el trabajo colaborativo y estimulan los sentidos de los estudiantes.

 

Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII podemos asistir a las escuelas en la creación e implementación de planes escolares de sostenibilidad y en la adopción de la Agenda 2030. Nuestro enfoque abarca el aprendizaje de inteligencias múltiples, trabajo en equipo, resiliencia, compromiso e innovación. Ofrecemos servicios que van desde el diseño e instalación de soluciones verdes, como cubiertas verdes, jardines sensoriales y huertos ecológicos, hasta el entrenamiento de profesores y alumnos para el mantenimiento autónomo de estos espacios.

Adicionalmente, hemos lanzado "The Inclusive Circular Lab", un proyecto abierto a todos los niveles educativos que se centra en la investigación y compostaje de residuos orgánicos y está liderado por personas con discapacidad, que transmiten su conocimiento a los participantes del proyecto a través de la realización de talleres formativos gratuitos, de la entrega de material didáctico de apoyo a los docentes y de la asistencia técnica a los colegios participantes. 

Si quieres dar pasos hacia una escuela sostenible, ¡no lo dudes! Contáctanos y te ayudamos a diseñar y a poner en marcha un plan de sostenibilidad escolar para que el alumnado pueda comprender la problemática medioambiental de su entorno y comprometerse con las soluciones.