Beneficios de la Atención Temprana: Enfoque en la Familia

| por Fundación Juan XXIII

En FUNDACIÓN JUAN XXIII, nos dedicamos a potenciar y desarrollar al máximo las capacidades físicas, intelectuales y afectivas de niños y niñas en sus primeras etapas y a lo largo de su infancia. Nuestros Centros de Atención Temprana están integrados por profesionales multidisciplinarios especializados en desarrollo infantil, que brindan atención a los niños con trastornos del desarrollo o en riesgo de presentarlos, así como a sus familias.

Cuando hablamos de familias, incluimos no solo a los padres y hermanos, sino también a todas las personas importantes en la vida del niño, que brindan apoyo y cariño. El enfoque centrado en la familia se basa en construir una relación de cooperación respetuosa con todos los miembros de la familia y los profesionales, centrada en fortalecer sus capacidades.

En este artículo, te contamos más sobre la Atención Temprana centrada en la familia.

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¿Qué es la Atención Temprana?

 

Para comenzar, es necesario entender qué es la Atención Temprana. Se trata de un conjunto de intervenciones dirigidas a menores de entre 0 y 6 años, a sus familias y a su entorno. Estas intervenciones se realizan desde los ámbitos sanitario, educativo y de servicios sociales, con el fin de responder a las necesidades transitorias o permanentes de los niños con alteraciones en su desarrollo o en riesgo de padecerlas. 

El objetivo es potenciar su desarrollo y bienestar, promover su autonomía y facilitar su inclusión en el entorno familiar, escolar y social. Esto requiere la coordinación entre servicios sanitarios, educativos y de políticas sociales para prevenir situaciones de riesgo, evaluar necesidades, ofrecer atención interdisciplinaria y realizar un seguimiento continuo del menor.

 

Enfoque en Atención Temprana

 

En los Centros de Atención Temprana, se utilizan distintos enfoques según las necesidades y filosofía de cada institución. Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII intervenimos desde el modelo centrado en la familia.

 

Modelo centrado en la familia

En este modelo, los profesionales y la familia trabajan juntos como iguales. La intervención se basa en las necesidades y contextos familiares, con el terapeuta actuando como un apoyo constante. El terapeuta ofrece herramientas para adaptar el entorno al menor, siendo la familia la encargada de llevarlas a cabo. La familia vuelca sus preocupaciones al profesional y en conjunto se llegan a acuerdos de abordaje y aplicación en el entorno.

 

Pasos a seguir en el modelo centrado en la familia

 

En nuestros Centros de Atención Temprana de FUNDACIÓN JUAN XXIII, seguimos una serie de pasos, para poder realizar correctamente el modelo centrado en la familia, siendo los siguientes:

 

1. Evaluación del contexto familiar y del niño

El primer paso es la evaluación inicial del contexto familiar y del niño. Esto incluye valorar las competencias del menor mediante escalas de desarrollo como la ASQ o la MERRIL-PALMER. Además, se realiza una Entrevista Basada en Rutinas (EBR) para entender los distintos contextos en los que se mueve, sus rutinas y las personas con las que se relaciona. También se utiliza la escala MEISR para valorar la participación, autonomía y relaciones sociales del niño, así como detectar los momentos de mayor oportunidad y predisposición para abordar los objetivos terapéuticos propuestos. Otro instrumento empleado es el ECOMAPA, que ayuda a identificar los apoyos familiares y su relación.

 

2. Redacción de objetivos funcionales

Una vez recopilada la información, se identifican las necesidades y prioridades junto con la familia. Los objetivos funcionales se plantean de manera consensuada, basándose en las evaluaciones realizadas. En este paso, el terapeuta define las estrategias necesarias para alcanzar los objetivos planteados. 

 

3. Elaboración del Plan Individualizado de Apoyo a las Familias (PIAF)

El Plan Individualizado de Apoyo (PIAF) se elabora de manera consensuada entre la familia y el Centro de Atención Temprana, incorporando los datos de la EBR, MEISR y ECOMAPA, además de la observación del desarrollo del niño. Los objetivos, actividades y estrategias se planifican y acuerdan con la familia.

 

4. Seguimiento del PIAF

Una vez que se plantea con la familia los objetivos, se realiza un seguimiento continuo para ajustar estrategias según las dificultades encontradas. La comunicación constante con la familia es esencial, de cara a ir re-elaborando objetivos en base a las prioridades del momento.

 

5. Atención en casa y en el Centro de Atención Temprana

En el modelo centrado en la familia, la intervención se realiza tanto en el domicilio del niño como en el Centro de Atención Temprana, permitiendo observar y apoyar a la familia en su entorno natural. La intervención en el entorno reconoce a la familia como la figura principal de apoyo y referencia para el niño. Esto infunde confianza en los padres sobre su capacidad para satisfacer las necesidades de sus hijos en el hogar y en la comunidad.

Entendemos por entorno cualquier lugar donde los niños y sus familias viven, aprenden, juegan y comparten en comunidad. Cualquier objeto en este contexto se convierte en material terapéutico, y cada momento es una oportunidad para la inclusión y el desarrollo de habilidades.

A nivel personal, las personas presentes en el día a día (padres, hermanos, abuelos, vecinos, profesores) se incorporan como figuras de referencia e intervención. Cualquier persona de referencia para el niño facilita su interacción eficaz con el entorno.

La Atención Temprana en entornos naturales promueve cambios en el desarrollo de los niños y sus familias, ya que el contexto natural ofrece oportunidades constantes de aprendizaje, incluso cuando el profesional no está presente. Al incorporar los intereses y rutinas del niño y su familia (momentos de la comida, del baño, del vestido, del juego, del transporte), se posibilita un aprendizaje con sentido. Las actividades integradas en su contexto inmediato y día a día permiten un mejor aprendizaje comparado con intervenciones en entornos clínicos o ambulatorios que a veces no se pueden replicar en casa.

La atención en el entorno permite adaptar cada intervención a la situación particular de cada familia, aportando mayor seguridad y motivación.

 

6. Evaluación y modificación del PIAF

Se realiza una evaluación continua para ajustar los objetivos según el progreso del niño y las necesidades de la familia, asegurando una intervención dinámica y adaptativa.

 

El modelo centrado en la familia busca empoderar a los padres y otros miembros de la familia, brindándoles las herramientas y el apoyo necesario para que puedan convertirse en los mejores cuidadores y educadores de sus hijos. Este enfoque promueve una colaboración efectiva, asegurando que las intervenciones sean relevantes y sostenibles, y reafirma el compromiso de la FUNDACIÓN JUAN XXIII con el desarrollo y bienestar de los niños y sus familias.

 

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