La salud psicosocial es un concepto que alude a la relación entre la mente humana y la conducta social de las personas. Todo lo que rodea a una persona influye en la salud mental de esa persona, y viceversa, la salud mental se ve reflejada en la capacidad para establecer relaciones con el entorno, crear redes de apoyo, encontrar un trabajo…
De este modo, el entorno cultural y social con el que interactuamos influye en la construcción de lo que somos. Así, las relaciones sociales pueden condicionar mucho a una persona, siendo determinantes en su potencial éxito o fracaso.
Cada vez se habla más de salud psicosocial, ya que cada vez más personas entienden que la salud no se conforma solo por aspectos objetivos, sino también por aspectos subjetivos (bienestar personal y salud percibida) y aspectos psicosociales (adaptación mental y social de la persona en el ambiente cultural, social, laboral...).
Y es que, como ya estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1947, la salud es un estado de bienestar físico, mental y social total, y no exclusivamente la ausencia de enfermedad.
Aunque la salud psicosocial y los riesgos psicosociales todavía se relacionan mucho con los entornos laborales (carga de trabajo, estrés, desmotivación, ansiedad…), van mucho más allá.
La OMS recoge también el concepto de discapacidad psicosocial, refiriéndose a la personas con diagnóstico de trastorno mental que han sufrido los efectos de factores sociales negativos, como el estigma, la discriminación y la exclusión. La discapacidad psicosocial nace de la relación entre esa persona y las barreras que la sociedad le genera, limitando así su participación plena en la sociedad, en igualdad de condiciones que los demás.
Relacionado con el concepto de salud psicosocial, también podemos encontrarnos con el término de vulnerabilidad psicosocial, que se aplica en muchos ámbitos diferentes y que hace referencia a la probabilidad de experimentar procesos de salud mental, ante una serie de factores de riesgo, como pueden ser enfermedades, pertenecer a grupos marginales, tener una discapacidad, estar en situaciones de conflicto o violencia, tener adicciones, estar en situación de desarraigo…
En FUNDACIÓN JUAN XXIII trabajamos para que las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial tengan la posibilidad de mejorar su calidad de vida, desarrollar su autonomía personal y, en muchos casos, conseguir un empleo de calidad. Aunque nos enfocamos especialmente en conseguir la inclusión social y laboral de personas con discapacidad intelectual, nuestras acciones también se dirigen a personas con discapacidad física, sensorial u orgánica, personas con enfermedad mental o discapacidad psicosocial, personas con trastornos del desarrollo y personas sin diagnóstico, con discapacidad límite o con trastorno mental. Por eso, hablamos de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial.
En el Centro de Salud Psicosocial de FUNDACIÓN JUAN XXIII trabajamos por la salud psicosocial de las personas más vulnerables. Lo hacemos en varias áreas.
Proteger la salud psicosocial de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, de modo que aprendan a gestionar emociones, pensamientos y comportamientos; tengan un mayor autoconocimiento y una mayor comprensión de los demás; desarrollen habilidades para la gestión de conflictos; generen vínculos sociales que desarrollen su autoestima y se desarrollen personalmente.
Orientación e información. Facilitamos información clara y veraz a personas en situación de vulnerabilidad psicosocial y a sus familias para que puedan tomar las mejores decisiones y conseguir apoyos que mejoren su calidad de vida.
Formación y empleo. Fomentamos la inclusión laboral mediante formación adaptada a las necesidades de las personas. También contamos con un Centro de Rehabilitación Laboral para personas con trastornos mentales graves y duraderos y con un servicio de Empleo con Apoyo.
Salud y autonomía. Favorecemos la autonomía de las personas y su salud mediante servicios de logopedia, fisioterapia, estimulación cognitiva, nutrición, psicología…
A través de nuestra Oficina de Vida Independiente (OVI) ayudamos a las personas a decidir por sí mismas cómo, dónde y con quién vivir, facilitando los apoyos necesarios.
Tutela y mediación. Estamos reconocidos como fundación tutelar para personas en situación de vulnerabilidad psicosocial y para realizar acciones de mediación con el entorno.
Si quieres saber más sobre lo que hacemos diariamente en la Fundación, sobre salud psicosocial o sobre inclusión, puedes leer más en nuestro blog.