Empleo para personas con discapacidad: datos, retos y oportunidades

Los datos sobre empleo para personas con discapacidad que compartimos más abajo demuestran varias cosas. Quizás la más evidente es que la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo laboral es todavía una asignatura pendiente, comparando las diferencias entre las cifras de actividad y empleo de las personas con discapacidad con el resto de la población en España.
A su vez, las cifras apuntan también a algunos retos específicos, como la necesidad de una mayor concienciación sobre la oportunidad que supone para las empresas el contar con una plantilla diversa; o la urgencia de incrementar la sensibilización sobre ciertos tipos de discapacidades, como las vinculadas a enfermedades mentales.
Por su parte, la mejora notable en los datos desde 2019 que describimos más abajo abre la puerta a la esperanza: las cifras indican que, efectivamente, se avanza hacia un modelo de empleo más inclusivo.
Un tránsito en el que iniciativas como el Empleo con apoyo o las oportunidades de formación para personas con discapacidad de FUNDACIÓN JUAN XXIII demuestran éxito.
Lo analizamos en detalle.
Datos sobre el empleo para personas con discapacidad y los retos que desvelan
Los siguientes son los datos proporcionados por fuentes oficiales (concretamente del Instituto Nacional de Estadística ) y corresponden al año 2023, siendo las cifras disponibles más recientes al momento de redactar este artículo:
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Existen un total de 1.946.800 personas con discapacidad en edad de trabajar en España, una cifra que se corresponde con el 6,2 % de la población total en edad laboral.
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No existen datos oficiales respecto al porcentaje de empresas que no cumplen con la Ley General de Discapacidad en lo que se refiere a empleo para personas con discapacidad. No obstante, se calcula que entre el 70 y 80% de las empresas que deben cumplir con la normativa (es decir, todas aquellas con más de 50 empleados) no lo hacen.
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La tasa de actividad se sitúa en el 35.3% según últimos datos del INE. Un valor marcadamente inferior a la tasa de actividad para las personas sin discapacidad, que es del 78,5%.
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A su vez, la tasa de paro para las personas con discapacidad alcanza el 19,7%, un valor superior al 12% del paro que suponen las personas sin discapacidad.
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Respecto a la tasa de empleo para personas con discapacidad, se sitúa en el 28,5%. De nuevo un dato marcadamente inferior al de las personas sin discapacidad, cuya tasa se sitúa en el 69%.
En estos datos ya aparecen los principales retos a abordar en el empleo para personas con discapacidad: la tasa de actividad de las personas con discapacidad es 43 puntos inferior que la de las personas sin discapacidad; la tasa de paro, casi 8 puntos mayor; y la del empleo, 40,5 puntos inferior.
Poner el foco en los datos según el tipo de discapacidad desvela igualmente necesidades específicas sobre la concienciación en el empleo para personas con discapacidad. Así, se observa que las personas con discapacidad sensorial mantienen tasas de actividad y de empleo más altas que otros perfiles, apareciendo una importante brecha en el caso de las personas con discapacidad psíquica con tasas de actividad y empleo significativamente más bajas.
Al mismo tiempo, una comparación de los datos históricos desvela motivos para la esperanza: la tasa de actividad para las personas con discapacidad viene creciendo de forma consistente desde el 2019, cuando se situaba en el 34%. Así, el hecho de que en poco tiempo haya ascendido hasta el 35.3% señala hacia una tendencia positiva en las oportunidades de empleo para las personas con discapacidad.
Presente y futuro en las oportunidades de empleo para personas con discapacidad
Además del dato clave que acabamos de mencionar, existen motivos para confiar en que el panorama de empleo para personas con discapacidad está mejorando paso a paso, gracias a un esfuerzo compartido entre instituciones privadas, públicas y sin ánimo de lucro.
Por un lado, las iniciativas legislativas como la Ley General de Discapacidad vienen acompañadas por importantes bonificaciones y subvenciones para contratar talento con discapacidad.
A su vez, se está generando un ecosistema en el que el cambio en las sensibilidades y la concienciación es notorio. Hoy, cada vez más ciudadanos y consumidores exigen a las empresas un compromiso ético con un mundo más igualitario. En este contexto, el empleo para personas con discapacidad se halla en el centro de iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa y de reputación, permitiendo demostrar un compromiso real a favor de la igualdad de todas las personas.
A su vez, este cambio en las sensibilidades implica también que cada vez más personas de las que depende el empleo para personas con discapacidad comprenden el valor añadido que implica la inclusión real.
Así, las empresas comprenden que no se trata de cumplir una cuota, sino de abrir espacios para la inclusión capaces de crear una plantilla diversa y representativa del mundo real. Un nuevo modelo en el que los equipos humanos diversos se valoran por su capacidad de aportar nuevas perspectivas, fomentar la empatía y mejorar el clima laboral, además de mejorar la capacidad de adaptación de los equipo.
Finalmente, el presente el empleo para personas con discapacidad presenta importantes motivos para la esperanza mirando a las cifras que emergen de iniciativas como las de FUNDACIÓN JUAN XXIII.
Así, en el caso de los proyectos vinculados a la formación de personas con discapacidad, el centro de formación de FUNDACIÓN JUAN XXIII presenta una tasa de empleabilidad de un 62,8%. Un paso adelante crucial para demostrar que las iniciativas diseñadas para mejorar las perspectivas de empleo para personas con discapacidad presentan un altísimo potencial.