Que la Responsabilidad Social Corporativa ayuda a mejorar la reputación y la imagen de una empresa es prácticamente incuestionable hoy en día. Una compañía que, voluntariamente, asume una serie de valores y de responsabilidades con la sociedad (más allá de los mínimos que marcan las leyes) es percibida como una empresa humanizada, que se preocupa por las personas. Por tanto, tendrá una ventaja competitiva sobre la competencia, diferenciándose de esta, y mejorando su percepción de marca en la sociedad y el mercado.
No obstante, para que la responsabilidad social de las empresas tenga el efecto deseado, hay que efectuar acciones reales, con resultados palpables, que rompan la desconfianza de los consumidores, algunos de los cuales pueden asumir las acciones de RSC como una acción publicitaria. Es decir, más allá de comunicar sus valores y su posicionamiento social en temas como la ecología, la guerra contra la pobreza o la inclusión, deben tomar acción y conseguir trasladar de forma fehaciente sus valores.
Ante este reto, la mayoría de empresas suele escoger una de las siguientes vías: patrocinio de proyectos sociales (en colaboración con instituciones solidarias), donaciones monetarias puntuales, donaciones de bienes o productos, o diferentes labores por parte de una fundación empresarial propia.
En este post vamos a hablar del patrocinio de proyectos sociales y analizar por qué es una de las mejores maneras de potenciar la imagen de marca de una empresa.
Las razones principales que suelen aducir las compañías que se vinculan a una institución solidaria suelen ser fortalecer la imagen de marca, cumplir con las políticas de RSC de la empresa, mantener las conexiones previas con las instituciones colaboradoras o incluso asociar su imagen con la de instituciones de prestigio. Pero hay muchas razones más:
Antes hemos explicado qué es un patrocinio de un proyecto social, pero también queremos explicar qué no debe ser: un patrocinio de un proyecto social no debe ser un simple traspaso de dinero de una empresa a una institución, sin unos objetivos definidos. Para obtener todos los beneficios que el patrocinio de un proyecto social puede aportar a una empresa (y a la sociedad), la implicación de las partes debe ser mayor.
Por eso, desde FUNDACIÓN JUAN XXIII planificamos una serie de proyectos que tienen como fin mejorar la vida de las personas con discapacidad, tratando diferentes aspectos, para que cada empresa se involucre en aquel proyecto que elija y conseguir sus trabajadores lo conozcan y que lo sientan como propio.
Algunos de nuestros proyectos inclusivos que pueden patrocinar las empresas giran en torno a la formación de personas con discapacidad, otros buscan mejorar sus capacidades motoras (y por tanto, la calidad de vida), otros dan voz propia a estas personas a través de las ondas de radio… Conoce nuestros proyectos y elige cuál vas a ayudar a hacer realidad.