El outsourcing es una estrategia empresarial mediante la cual ciertas tareas pasan de ser desarrolladas internamente a ser desarrolladas por otra empresa, a cambio de una remuneración por el servicio. También se usa para implementar nuevas áreas de actividad, cuando la compañía no cuenta con los recursos necesarios para ello.
Que otra empresa se encargue de la actividad no implica que se tenga que desarrollar en otro sitio físico, sino que puede tener lugar en la misma sede de la empresa. Sin embargo, es muy importante que la actividad externalizada no sea la actividad principal de la empresa. Algunos ejemplos de servicios que son susceptibles de ser externalizados en muchas compañías son la logística, los servicios de ciberseguridad o la recepción de la empresa.
Los beneficios del outsourcing para las empresas hacen que este tipo de servicios crezca año tras año. La facturación procedente de la prestación de servicios de outsourcing experimentó en 2020 un crecimiento del 4,8%, situándose en 2.200 millones de euros. ¿Quieres saber por qué cada vez más empresas apuestan por el outsourcing?
Uno de los principales beneficios del outsourcing para las empresas es que permite optimizar el presupuesto de tu negocio porque conoces cuál es la partida exacta que asignarás a estas tareas, evitando desembolsos extra por imprevistos (por ejemplo, sustitución de personal o renovación de la maquinaria).
Con el outsourcing también se pueden convertir los costes fijos en variables ya solo que pagarás por el servicio mientras lo necesites, pudiendo adaptarlo a las necesidades reales de la empresa.
Por otro lado, aun cuando optas por externalizar una tarea que necesitas desarrollar de forma continuada, el coste será menor que realizarlo de manera interna porque no necesitarás invertir en formación o tecnología especializada, ya que la empresa de outsourcing ya cuenta con personal cualificado para el servicio.
Enlazando con lo anterior, otro de los claros beneficios del outsourcing para las empresas es que delegas las actividades en profesionales especializados, por lo ganarás en productividad.
De hecho, muchas compañías utilizan el outsourcing como una solución para acceder a un talento que no consiguen encontrar en el mercado de trabajo, o que no pueden gestionar. Así, los servicios de outsourcing pueden impulsar una transformación del negocio y conseguir una mejor calidad de servicio, de la que se beneficiarán los clientes finales.
Muchas empresas no pueden permitirse invertir demasiado en una actividad secundaria de su negocio, dando como resultado áreas infradotadas de recursos tecnológicos o con recursos obsoletos. En cambio, las empresas de outsourcing pueden (y deben) invertir en tecnología para que el servicio consuma menos de sus recursos.
Al liberar a tus trabajadores de ciertas actividades, estos podrán realizar funciones propias de su puesto y ser más productivos. Todo el mundo podrá centrarse en el core business del negocio, haciendo así a tu empresa más competitiva.
Debes saber que las empresas de outsourcing se encargan de servicios completos y no de la contratación de personas. Además de pagar al trabajador, aseguran la calidad de su trabajo facilitando los medios técnicos, materiales y humanos que necesite para prestar el servicio, algo que las diferencia de las empresas de trabajo temporal (ETT). Es decir, mientras que la ETT factura por horas de trabajo, las empresas de outsourcing lo hacen por el servicio completo y se ocupan de todo.
Otra de las ventajas del outsourcing para empresas es que la gestión de los Recursos Humanos ya se incluye en el servicio. De este modo, se evitan quebraderos de cabeza y se ahorra en formación, cobertura de bajas o ausencias, vacaciones, etc. Es la empresa que provee el servicio quién debe encargarse de todo.
Más allá de las ventajas antes mencionadas, la subcontratación de bienes y servicios con FUNDACIÓN JUAN XXIII favorece la inclusión laboral de personas con discapacidad y permite a las empresas cumplir con la Ley General de Discapacidad (LGD) mediante las llamadas medidas alternativas.
Por ejemplo, puedes contratar con la Fundación el servicio de recepción de tu empresa o centro de trabajo, que contará con profesionales que han sido formados en labores de atención al cliente y pueden encargarse de funciones diversas como la atención de visitas, control de accesos, atención telefónica, recepción de recados, desvío de llamadas, gestión de correo postal y mensajería, gestión de valija externa e interna y tareas administrativas básicas, entre otras.
Así, recibirás un servicio de calidad a la vez que creas un entorno laboral inclusivo y contribuyes con una causa solidaria, ya que todos los beneficios se destinan a mejorar la vida de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. ¿Se te ocurre una mejor solución?