Cómo entender la factura de la luz: desglose y explicación

Entender la factura de la luz se halla entre las tareas pendientes de muchos ciudadanos y empresas.
Algunos quieren entenderla porque desean reducir el precio que pagan por su electricidad; otros, simplemente quieren conocer mejor el servicio con el que cuentan para decidir si se ajusta a sus necesidades o prefieren buscar otra compañía.
A menudo, del propio desconocimiento alrededor de la factura de la luz surgen los mitos sobre las compañías eléctricas. Por otro lado, conocer bien la factura de la luz implica saber cuál es el consumo medio de un hogar o empresa y el precio que se paga por el servicio, identificando oportunidades de ahorro.
Igualmente, para los consumidores que se planteen dar el paso y contratar una comercializadora de energía verde, sostenible, inclusiva y solidaria como JUAN ENERGY, un primer paso a menudo es comprender todos los detalles sobre su factura de luz actual.
Por ello, resumimos a continuación los principales conceptos presentes en la factura de la luz.
¿Cómo puedo entender mi factura de la luz?
Antes de hacer un repaso a los principales conceptos alrededor de la factura de la luz, es importante saber que lo que aparece en ésta puede variar dependiendo del contrato y de la entidad que proporcione los servicios.
En cualquier caso, a continuación hemos listado los principales conceptos que, por ley, se incluyen en la factura de la luz como información para el consumidor
Datos emisor y receptor de la factura
En la parte superior de la factura aparecerán los datos de la compañía de la luz que comercializa la electricidad, así como del hogar o empresa que recibe estos servicios.
Resumen de la factura
A continuación, la mayoría de las compañías incluyen un resumen con los datos más importantes de la factura, incluyendo:
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Importe a pagar.
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Periodo de facturación, es decir, el tiempo que va desde la lectura anterior del contador hasta la lectura actual y por el que se cobra el importe de los servicios.
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Fecha de cargo del importe en cuenta.
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Número de factura, que será clave en caso de necesitar realizar cualquier reclamación.
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Fecha de emisión de la factura.
Desglose entre costes fijos y costes variables
Para comprender el importe total a pagar, es importante saber que cualquier factura de la luz se divide entre costes fijos y costes variables. Esta información a menudo aparece en el detalle de la factura, no en el resumen inicial.
Los costes fijos son aquellos que deben pagarse aunque no se consuma electricidad: se pagan simplemente por disponer de un servicio. Se incluyen aquí:
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El término de potencia contratada, es decir, un precio fijo vinculado a cuántos kW se han contratado para poder usarlos de forma simultánea.
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Otros gastos como el alquiler de contador (a veces bajo el nombre “equipos de medida”), peajes o cargos del sistema. En este último caso, los peajes asociados a la energía consumida solo aplican si hay consumo, pero los relacionados con la potencia siempre se pagan, aunque no hayas encendido nada.
Dentro de los costes variables se encuentran todos los que dependen de cuánta electricidad se ha consumido. Es el llamado término de energía o coste por energía consumida. Si tu tarifa de la luz varía dependiendo de las horas de consumo, aquí aparecerán desglosados los precios según el periodo.
En la factura de la luz, debe aparecer igualmente información sobre si la lectura del contador ha sido real o estimada (a día de hoy, en la mayoría de casos se trata de lecturas reales, al tratarse de equipos que comunican la cifra de forma telemática).
Además, a estos gastos se añaden impuestos y otros posibles servicios que hayan sido contratados (como servicios de asistencia). Es importante revisar bien este apartado, ya que algunas compañías incluyen servicios extra que no siempre han sido solicitados, lo que puede inflar tu factura sin que te des cuenta.
Otros elementos en la factura de la luz
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Número CUPS (Código Unificado del Punto de Suministro), un código único que identifica cada punto de suministro eléctrico, y que puede entenderse como una especie de “DNI” del hogar o empresa.
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Bono social, en caso de aplicar, que implica un descuento en la factura eléctrica regulado por el Gobierno y destinado a proteger a consumidores vulnerables.
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Histórico de consumo, a menudo en forma de gráfico.
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Fecha final del contrato, que puede o no tener permanencia.
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Empresa distribuidora (que es distinta de la empresa comercializadora, y no puede elegirse).
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Información para realizar reclamaciones.
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Gráfico sobre el destino del importe, que desglosa en porcentajes cuál ha sido el destino del importe final de la factura (energía, impuestos, otros servicios…).
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Gráfico de origen de la energía, que incluye información sobre las fuentes de energía que han generado la electricidad de la factura, en vistas a valorar el impacto ambiental.
Ahora que ya sabes más sobre tu factura de luz, quizás comiences a valorar aquellas compañías que se comprometen a una total transparencia en la factura, además de precios justos por la comercialización de energía.
Desde JUAN ENERGY, somos la primera comercializadora de luz sin ánimo de lucro en España, ofreciendo energía 100% renovable y solidaria con transparencia total en costes y que destina el 100% de sus beneficios a iniciativas de inclusión para personas en riesgo de vulnerabilidad psicosocial.
Además, te ayudamos a dar visibilidad a esta iniciativa, otorgándote nuestro Distintivo solidario que podrás incorporar a tus memorias empresariales, tu página web o la puerta de tu negocio, dando un paso más para mejorar tu imagen corporativa y ESG.
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