Inclusión laboral: qué es y qué puede hacer tu empresa para lograrla

La inclusión laboral está cada vez más presente en las empresas, jugando un rol importante no solo en la reputación e impacto social, sino también en la competitividad de los negocios.
Con la llegada de la Ley General de Discapacidad, se han tomado importantes medidas a favor de la inclusión laboral.
No obstante, la inclusión laboral verdadera va más allá de cumplir con la LGD: supone una transformación a muchos niveles, desde comprender matices conceptuales como la diferencia entre integración e inclusión, hasta entender la importancia de dar pasos en firme para respaldar el compromiso con la acción, incluyendo medidas para apoyarla, como el empleo con apoyo o la figura del Centro Especial de Empleo.
Pero, ¿sabes qué es la inclusión laboral exactamente, por qué es importante y cómo alcanzarla? Y ¿qué significa hablar de inclusión laboral hoy en día? Te contamos lo que necesitas saber.
¿Qué es la inclusión laboral?
El concepto de inclusión laboral se refiere a los procesos que permiten el acceso de una parte de la población, que está en riesgo de exclusión o vulnerabilidad (económica, psicosocial, generacional, etc.), a empleos productivos con condiciones laborales adecuadas.
Es un concepto complementario a la inclusión social que, por su parte, garantiza que personas en riesgo de vulnerabilidad tengan oportunidades y recursos básicos para poder ejercer un papel igualitario en la vida económica, cultural y social.
Al mismo tiempo, también está muy relacionado con esta, ya que el trabajo es una vía fundamental para la inclusión social porque permite que las personas se desarrollen de la forma más autónoma posible y que puedan diseñar su propio plan de vida.
Así, se trata de un concepto complejo englobado en el contexto de una inclusión más general y que, a su vez, incorpora matices importantes, como el uso del lenguaje inclusivo.
Presente de la inclusión laboral en España en la actualidad: una radiografía
Si hablamos de la inclusión laboral de personas con discapacidad, las cifras ponen de relieve que la tasa de desempleo de las personas con discapacidad es mayor que la de la población general.
El último Informe del Mercado de las Personas con Discapacidad Estatal de 2025 demuestra que la contratación y afiliación a la Seguridad Social de trabajadores con discapacidad es marcadamente inferior a la de personas sin discapacidad.
A su vez, mirando la evolución en los últimos años respecto a las personas contratadas con discapacidad, el informe marca 4 periodos recientes: “uno de crecimiento entre 2015 y 2019, un segundo momento en 2020 de descenso debido a la pandemia, seguido de una recuperación en 2021-2022 y desde entonces una disminución progresiva”. Una muestra es la comparación entre la tasa de empleo de las personas con discapacidad en España entre 2015 y 2023: “la cifra más alta (...) se registró en 2023 con un 28,5 % y supuso un aumento de 5,1 p.p respecto a 2015 cuando obtuvo un porcentaje del 23,4 %”.
Entre otros datos, el informe también pone de relieve que las mujeres con discapacidad “enfrentan una doble barrera en el mercado laboral”, al ser su tasa de empleo menor que la de los hombres con discapacidad.
Así, los datos oficiales se hacen eco de la realidad de la inclusión laboral en España en la actualidad: muchas personas con discapacidad aún se enfrentan a obstáculos importantes a la hora de acceder a un puesto de trabajo, ya sea por desinformación, prejuicios o falsos mitos.
Igualmente, los datos desvelan que el acceso a formación es otro punto básico para la inclusión laboral, ya que los niveles de educación más altos presentan una mayor tasa de empleo.
En este sentido, las personas con discapacidad se encuentran con otra situación de desventaja: casi el 24% de las personas con discapacidad tiene solo estudios primarios o inferiores; mientras que entre la población sin discapacidad esta tasa no supera el 7%.
Es mirando estos datos cuando aparece con claridad la importancia de iniciativas como el Centro Especial de Empleo o el Centro de Formación Profesional de FUNDACIÓN JUAN XXIII, así como las acciones capaces de tender puentes entre la formación y la inclusión laboral, como los programas de intermediación laboral.
Cómo apostar por la inclusión laboral desde la empresa
La inclusión laboral implica una transformación a todos los niveles en las empresas hacia el reconocimiento de las diferencias y una apuesta por la diversidad como valor añadido a nivel competitivo, además de como compromiso con la sociedad.
En este sentido, trabajar en pos de la inclusión laboral implica una serie de actuaciones en varios niveles, que pasa por la formación de empleados así como por el diseño de políticas de contratación equitativas, adaptación de los espacios para personas con discapacidad, entre otras muchas.
Colaborar con organizaciones que trabajan para lograr la inclusión laboral es a menudo una herramienta clave para conseguir la inclusión laboral.
Es el caso de FUNDACIÓN JUAN XXIII, desde donde ayudamos a las empresas a avanzar hacia la inclusión laboral, convirtiendo limitaciones en oportunidades mediante iniciativas como las siguientes:
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Empleo con apoyo. Nos ponemos a disposición de las empresas para avanzar en el camino de la inclusión, trazando planes personalizados y guiados por profesionales que permitan a personas con discapacidad encontrar una oportunidad laboral real y efectiva, dando el seguimiento necesario para que su incorporación al puesto de trabajo sea un éxito seguro.
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Servicios de Outsourcing y servicios de selección para incorporación directa. Asesoramos a las empresas y las ayudamos a encontrar a los mejores profesionales y a convertirse en empresas inclusivas, ya sea mediante la contratación directa o a través de la externalización de servicios: centralita, recepción, back office, etc.
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Centro Especial de Empleo. Un espacio de empleo protegido mediante el cual ofrecemos a las empresas productos y servicios que les permiten realizar compras socialmente responsables, las cuales contribuyen a la inclusión laboral y a la creación de empleo para personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. Esto, a su vez, facilita el cumplimiento de la Ley General de Discapacidad.
Toda una serie de iniciativas para favorecer la inclusión laboral como pilar fundamental para construir alternativas, reconociendo el valor de una plantilla inclusiva para la productividad, creatividad e impacto social de las empresas.
Si tú también quieres apostar por la inclusión laboral en tu empresa, contáctanos.
Más preguntas
A menudo se habla de la inclusión laboral como fundamentada en 4 pilares clave:
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Presencia: que las personas típicamente excluidas estén de forma presente en el entorno laboral. Para ello, son fundamentales iniciativas de acceso real a oportunidades de empleo sin barreras discriminatorias.
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Participación: una inclusión laboral verdadera implica que las personas típicamente excluidas no solo estén presentes, sino también que se les facilita su involucración, participando activamente en las tareas, proyectos y dinámicas laborales.
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Logro: en este caso, se trata de comprender las iniciativas de inclusión laboral como capaces de presentar oportunidades de desarrollo y realización para las personas, que son capaces de alcanzar metas y progresar dentro de la organización.
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Apoyo: aquí se hace referencia a todo el conjunto de recursos y acompañamientos que se deben poner en marcha para garantizar que la persona recibe el apoyo necesario para lograr todo su potencial.
Como hemos visto a lo largo del artículo, promover la inclusión laboral implica actuar a muchos niveles. Podemos destacar al menos las siguientes tres actuaciones como pilares fundamentales y pasos concretos para construir inclusión laboral:
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Actuaciones sobre la cultura organizacional, de modo que todo el personal sea consciente del valor de la diversidad como fortaleza.
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Poner el foco en el diseño de procesos de reclutamiento sin sesgos, poniendo en marcha alianzas con instituciones como FUNDACIÓN JUAN XXIII, que permita llegar a comunidades diversas y en procesos justos y adaptados.
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Actuaciones en torno a la accesibilidad física y digital
En cualquier caso, se debe además comprender la inclusión laboral como un proceso en continua mejora, de modo que la propia organización aprende a medida que avanza.
Ser inclusivo en el trabajo significa crear un entorno en el que se fomente la participación plena de todas las personas, con sus posibles diferencias y particularidades.
Para ello, se debe ir un paso más allá de “aceptar” la diversidad: es preciso ponerla en práctica en acciones concretas como las que hemos descrito en este artículo. En definitiva, se trata de comprender el valor que las distintas habilidades y perspectivas de cada persona aportan a la empresa.