La inclusión laboral consiste en tomar medidas específicas para fomentar el acceso al empleo a personas en riesgo de exclusión o que presentan dificultades de algún tipo para lograr acceso a empleos productivos con condiciones laborales adecuadas.
Entendiendo el trabajo como un mecanismo clave para conseguir una sociedad más igualitaria, la inclusión laboral va más allá de la mera presencia de perfiles diversos en el entorno laboral: debe garantizarse una verdadera participación a través del diseño de oportunidades laborales adecuadas y con los recursos y acompañamientos necesarios, dependiendo del perfil de cada trabajador.
Con anterioridad ya definimos qué es la inclusión laboral en otro artículo así como la diferencia entre integración e inclusión, todo ello desde la perspectiva de FUNDACIÓN JUAN XXIII y nuestro trabajo como impulsores de iniciativas de inclusión laboral durante décadas.
En este artículo, no obstante, nos queremos centrar en qué acciones prácticas pueden activarse para lograr esta inclusión en un entorno laboral. ¡No pierdas detalle!
Formación de empleados y líderes en la empresa: es preciso tomar medidas específicas para que la inclusión laboral forme parte de la cultura empresarial. Esto puede traducirse en diferentes tipos de medidas:
Esfuerzos de formación y sensibilización para los equipos humanos en valores como el respeto, la participación y la no discriminación.
Celebración de jornadas de sensibilización
Fomento del uso de lenguaje inclusivo
Creación de canales seguros para denunciar prácticas discriminatorias
Evaluación continua de cómo se está avanzando en torno a la inclusión laboral.
Adaptación de los espacios y puestos de trabajo: esto puede incluir desde adoptar políticas flexibles en cuanto a horarios o herramientas de apoyo, a adaptar los espacios, las tecnologías y los procesos para que personas de todo tipo puedan tener acceso. Igualmente, los programas de desarrollo profesional deben ser accesibles para todas las personas.
Diseño de políticas de contratación y reclutamiento inclusivos: se debe analizar la posible presencia de sesgos en entrevistas y evaluaciones de candidatos, además de tener en cuenta si será preciso realizar algún ajuste para los participantes durante los procesos de selección. La difusión de las ofertas de trabajo en canales accesibles a una amplia variedad de perfiles, incluyendo aquellos en riesgo de exclusión, es también crucial.
En este último punto, la colaboración con organizaciones como FUNDACIÓN JUAN XXIII resulta clave. Desde nuestra experiencia de décadas promoviendo la inclusión sociolaboral de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, hemos creado una serie de iniciativas para unir talento diverso y empresas aportando los recursos y acompañamientos necesarios para conseguir inclusión laboral real.
Así, ayudamos a las empresas a conseguir una inclusión laboral real a través de programas como el empleo con apoyo, servicios de Outsourcing y servicios de selección para incorporación directa, y nuestro Centro Especial de Empleo.
¡Haz clic en los enlaces y conoce más sobre cómo podemos ayudarte a hacer de la inclusión laboral una realidad en tu empresa!